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Con una gran asistencia de participantes y una muestra dinámica a campo de gran nivel, finalizó la IV edición de las Jornadas de Microbiología de Suelos para una Agricultura Sustentable.

Fueron dos días completos donde los microorganismos del suelo fueron los grandes protagonistas. Más de 120 personas, entre profesionales, técnicos, asesores y estudiantes, participaron de la IV edición de las Jornadas de Microbiología de Suelos para una Agricultura Sustentable. La apertura se realizó en Mar del Plata y dieron la bienvenida el Ing. Agr. Enrique Viviani Rossi, Director de la EEA Balcarce; el Dr. Rolando Sueldo, vicedecano de la Facultad de Ciencias Agrarias de la UNMdP y la Dra. Cecilia M. Creus, Presidenta del Comité Organizador de la IV edición y Prof. Adjunto de la Facultad de Ciencias Agrarias.

En el discurso inaugural Creus destacó la importancia de la realización de este tipo de encuentros, y sobre todo el trabajo que se realiza en la UIB en pos de mejorar y cuidar nuestro suelo.

El suelo como centro

Durante el primer día se realizaron 10 disertaciones, tanto de profesionales de empresas privadas como de instituciones públicas, que barrieron temáticas desde lo básico hasta lo muy aplicado, desde los genes a la biología del suelo incluyendo la ecología de los sistemas agropecuarios. Una de las disertaciones que se destacó fue la de Yaacov Okon de la Universidad Hebrea de Jerusalén. Este investigador resaltó el trabajo que se realiza en la Argentina, y la calidad humana y profesional de quienes participaron de las Jornadas.

Una actividad novedosa para estas jornadas, fue la realización, por primera vez en el historial de las mismas de una demostración a campo, la cual se llevó a cabo en la UIB. Durante la recorrida se realizó una demostración de cultivos de soja y maíz, con aplicaciones de distintos inoculantes, se mostraron los trabajos realizados en hortalizas (lechuga) y trigo micorrizado.

También se hizo una muestra dinámica de la plataforma automática de fenotipado. Asimismo se realizó una visita a una calicata con el fin de relacionar el tema central del encuentro, los microorganismos, con su hábitat natural, el suelo. Por último y como cierre de la jornada a campo, se presentó el uso de aviones de aeromodelismo como valiosa herramienta en la toma de resoluciones en el campo de la producción agropecuaria. Si bien es una actividad de reciente incorporación, a la cual le faltan una cantidad de ajustes para mejorar su eficiencia en el aspecto agropecuario, se pudo mostrar el gran potencial que esta herramienta tiene para un futuro cercano.

En palabras

“Las expectativas fueron más que cubiertas, tanto por la cantidad de inscriptos como por la calidad de las disertaciones. Algo muy interesante fueron los distintos debates técnicos que se suscitaron entre científicos y quienes utilizan esas tecnologías” destacó Creus. Y agregó que los productores pudieron sacarse todas las dudas ya sea durante las disertaciones como así también en la práctica a campo con los materiales en directo.

Por su parte, el Ing. Gustavo González Anta, quien disertó sobre la bio inducción, una nueva tecnología que tiene como objetivo lograr más nódulos, mayor fijación de nitrógeno y con esto mayor rendimiento, destacó el trabajo del INTA y manifestó estar más que satisfecho con el resultado de la jornada.

El Ing. Alejandro Perticari, de INTA Castelar, expuso acerca del aporte de nitrógeno de leguminosas en fijación de nitrógeno, y destacó el público diverso que asistió como así también la excelencia de la muestra a campo.

Por último, el Ing. Carlos Maneiro, del INTA Balcarce e integrante del Comité Organizador, comentó “los objetivos fueron más que cubiertos ya que nos visitaron más de 100 profesionales de investigación a nivel nacional en el área de la microbiología, así como importantes empresas dedicadas a la actividad, que lograron sobradamente un adecuado intercambio de conocimientos”.

A la hora de poner fin a la jornada los visitantes manifestaron claramente su beneplácito de haber participado y valoraron explícitamente la idea de haber realizado por primera vez un encuentro a campo.