Por Pablo Varela
Gargill, Dreyfus, Toepfer, A.C.A., A.D.M., Bunge, Noble, Nidera, A.F.A. y CHS Argentina, son los principales operadores en el país. Los números de un sector muy concentrado.
La crisis cambiaria operada en el último mes, en suma a maniobras especulativas llevadas adelante por ciertos grupos empresariales, empujó al gobierno nacional a una devaluación acumulada del 23%. Las reservas del BCRA cerraron en enero por debajo del 30 mil millones de dólares, tocando su nivel más bajo en los últimos años. El sector agropecuario, sigue siendo la principal fuente de ingreso de divisas. Marzo, el mes donde se comercializan las cosechas, debería implicar un alivio del frente externo.
Los dueños de los granos
El 80% del comercio exterior de granos está concentrado en tan solo 10 empresas. Entre enero y noviembre del 2013 los datos que surgen del desglose son: Gargill (14,91%), Dreyfus (11%), Toepfer (10,54%), A.C.A. (9,93), A.D.M. (8,50%), Bunge (7,96%), Noble (5,61%), Nidera (4,20%), A.F.A. (3,64%), CHS Argentina (2,64%).
De los diez principales exportadores, tan solo dos son argentinos y pertenecen a asociaciones cooperativistas. Si bien su participación en la comercialización ha mejorado desde 2005, su incidencia es aún relativamente escasa.
En recientes declaraciones a la prensa, el Ministro de Agricultura, Carlos Casamiquela, estimó que existen 8 millones de toneladas de granos sin liquidar, principalmente de soja. La comercialización de dicho acopio implicaría un ingreso al fisco de alrededor de 3.500 millones de dólares, que ayudaría a paliar el drenaje actual de divisas y aliviar la tensión en el mercado de cambios.
La semana pasada, las entidades rurales emitieron un comunicado solicitando al Gobierno un plan integral contra la inflación, baja del gasto público, y reducción de la presión tributaria. La experiencia histórica demuestra que detrás de dichos argumentos, se esconde una vocación especulativa y de profundo desprecio por todo tipo de regulación estatal.
Diferentes dirigentes rurales, han manifestado públicamente su disconformidad respecto del nuevo tipo de cambio, y han defendido la actitud de los productores de no comercializar las cosechas.
Huelga entonces diferenciar a los pequeños y medianos productores que están obligados a comercializar los granos, en pos de volver a sembrar. En tanto los grandes tienen “espalda” financiera suficiente, para retener y especular con la evolución de los precios y del tipo de cambio.
Al mismo tiempo, cabe destacar que la privatización de puertos en la década de los 90’, dificulta aún más la fiscalización de las operaciones comerciales. En tal sentido es remarcable, la incapacidad exhibida por el Gobierno para en el transcurso de la década del “boom” de commodities, recuperar resortes de control por parte del Estado.
La campaña 2013-14 se estipula por encima de los 103 millones de toneladas, de las cuales 54,5 corresponderán únicamente al cultivo de soja. El saldo exportable de dicho cultivo se estipula en 12 millones de toneladas, que hoy cotiza en promedio a 480 U$S.
El informe semanal N°1636 de la Bolsa de Comercio de Rosario (noviembre 2013) estipula que el rendimiento para la actual campaña representará una masa de recursos equivalente a 31 mil millones de dólares, y un ingreso fiscal de 9.100 millones.
Salto de calidad
El periodista económico Raúl Dellatorre escribió en Página 12 el sábado pasado respecto del control estatal del comercio exterior: “…ocurre en Chile con el cobre, en un criterio ni siquiera alterado por el proceso ultraprivatista a sangre y fuego del dictador Augusto Pinochet. “
La economía argentina precisa de los dólares que ingresan del agro. Fundamentalmente, en la etapa actual, en donde acceder al financiamiento externo es costoso, y la inversión extranjera no llega (a paso lento se intenta avanzar en la negociación con el Club de Paris).
La economía argentina tiene fuera del circuito legal 190 mil millones de dólares, el equivalente a una deuda externa completa. Generar los mecanismos para que esta masa de recursos se vuelque al circuito productivo es imprescindible. Aunque su reinserción, recién significaría un alivio en el mediano plazo.
El cronista, escuchó expectante el discurso presidencial de ayer, a la espera de medidas de carácter estructural.
En los últimos días, se han pronunciado distintas voces dentro del amplio espacio del kirchnerismo, manifestando la necesidad de intervención del mercado de comercialización de granos.
El Gobierno Nacional no puede ni debe limitarse a ser un mero denunciador de los especuladores. El mandato de los votos, lo obliga a tomar acciones.
Si los agro-dólares son la única y genuina fuente de divisas, y la economía argentina los precisa para profundizar el sesgo inclusivo y la sustitución de importaciones. ¿Habrá llegado la hora de intervenir dicho mercado? Las horas se precipitan, el margen de maniobra se agota. Llego la hora de actuar.