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Por Miguel Abálsamo

Es justo que todos aspiremos a ser más, pero también es lógico que todos lo avalemos con los hechos.

Esto seguramente pasa por el pensamiento de muchos dirigentes que se ven seducidos por la posibilidad de anotarse como candidatos a intendente, pensando en corto plazo (elecciones adelantadas) y pensando en el constitucional fin de  mandato, año 2015.

Como diría el magistral Napoleón…” todos los soldados quieren ser Generales».

En el ganador local, Partido Fe, comienzan a amanecer los generales, sabiendo que solamente hay alguien encima de ellos, Gerónimo Venegas, de allí para abajo horizontalidad, ganas, convicciones  y diferenciaciones internas.

Ni apresurados ni retardatarios.

He aquí la dicotomía y el análisis para dar pasos seguros.

Aquello de vísteme tranquilo que estoy apurado es para tenerlo en cuenta, en contraposición los retardatarios suelen perder el tren, que suele pasar una vez en la oportunidad de la vida.

El peronismo enraizado en el Partido Fe comenzó a implosionar, sin pretender rozar al conductor, pero tampoco viendo el dedo como determinante de candidaturas.

Dos cosas no podíamos suponer pero sucedieron, diferencias intestinas en pleno corazón del «veneguismo» cuando todavía están dando la vuelta olímpica en los festejos por dos éxitos electorales, las  PASO y las elecciones generales, y una guerra mediática que comenzó en medios periodísticos y termino en el juego preferido de los no tan viejos, twitter y  facebook.

En esa soledad que nos damos los ciudadanos para sacar lo que tenemos adentro, esa oportunidad que en pocas palabras decimos en twitter y ese entrelazado de uniones, aceptaciones o rechazos que suelen mostrar las redes sociales.

El uso de los medios periodísticos tradicionales, diario  de papel, diarios de Internet, radio y televisión había mostrado que «algo estaba pasando», algo que estaba en el subsuelo y comienza a salir a la luz.

«Mi candidato es Roberto Rago » repitió varias veces el líder del sector, Gerónimo Venegas, concepto que viniendo de «Momo», no es fácil de cambiar, máxime en un hombre que queda atado por sus palabras, prefiriendo perder elecciones antes que cambiar de ruta, aunque nunca un hombre que suele expulsar por pensar distinto, ni  aferrado a lo dictatorial para marcar huellas.

Si es indudable que si nos remontamos a los años de conducción sólida de Venegas, podemos decir del año 2000 al presente cuando comenzó su reinado justicialista con elecciones perdidas y ganadas, nunca se había producido una diferencia de criterios tan marcada intra muros.

Las diferencias se zanjaron con retiros de su conducción buscando otros horizontes.

Venegas sentirá dos emociones diferentes.

Por un lado el interrogante de conducir su espacio evitando fisuras, no permitiendo la anarquía pero si abriendo las compuertas a la discusión.

Por otro lado reconfortado porque dentro de su esquema cuenta con un potencialidad de candidatos a intendente, Aued, Rojas, Rago, y algunos más que pueden aparecer, con posibilidades competitivas de cara a la sociedad, y nadie reniega de elecciones internas para dirimir sutiles, Ho  grandes diferencias.

El face del Gerente de la Usina Popular Cooperativa, último candidato a intendente en el 2011, Roberto Rago, dejó como sentencia:

«A la cancha compañeros».

Pablo Aued con twitter argumentó:

«No dependemos de un solo hombre,

contamos con dirigentes jóvenes

como Arturo (por Rojas) , yo u otros.

Lo único que no se discute es Venegas».

Arturo Rojas estableció su pensamiento:

«Me parece muy bien que elijan los afiliados,

a la gente no le agrada la imposición».

Aunque levemente, un toque de atención para el gran conductor.

Se da un momento donde el conductor debería establecer cinco ítems:

1) Libertad de elección sin convertirse en anarquía.

2) Mantenimiento doctrinario, con  aporte y renovación de todos.

3) Jefatura moderna basada en lo colectivo sobre actitudes individuales.

4) Lealtad en el disenso.

5) Escuchar la voz del afiliado.

Gerónimo Venegas debería convertirse en el padre de todos esos hijos de cualquier edad, que  respetando su liderazgo quieren también comenzar a moverse solos, asumiendo responsabilidades.

Partido Fe tiene en el distrito un solo candidato a Intendente que nadie discute, Gerónimo Venegas. Su aceptación al cargo acaba con todo el internismo tejido por abajo.

Su negatividad a esta posibilidad deja lugar a elecciones internas, inevitables e impostergables.

Debajo del conductor el internismo.

Por sobre el conductor nadie.

También se ha planteado una renovación  generacional, no solamente por las decisiones del Club de los 40 de Aued o Rojas, sino también por el impulso de otros candidatos que quieren marcar la cancha, Facundo López desde el «massismo», Gonzalo Diez desde el radicalismo y figuras que asoman lentamente en el firmamento del Frente para la Victoria.

Esto no significa la «Guerra del Cerdo», película nacional de los setenta donde se trata de exterminar todo lo que se suponía viejo, ni por otra parte la perduración indefinida en un lugar sin abrir las compuertas de las oportunidades, hablándoles del futuro para detenerlos en el presente, o engañando voluntades postergándolos en sus momentos.

Un sabio escritor como Roberto Arlt establece en su «Aguafuertes Porteñas» un cuento sobre los «Jóvenes que nacieron viejos».Es decir, no la edad define a las personas, pueden existir los jóvenes llenos de virtudes, como también de errores, y experimentados con mismos vicios o enorme capacidad. No es la edad la simpleza que resuelve candidaturas, pero si es la renovación un signo imperante de nuestro tiempo.

Como lo fue en la reinstauración de la democracia en el 83 con el «taraborellismo», el propio «molinismo» en el 2003 que devolvía al radicalismo al gobierno municipal luego de 75 años, o la versión del «tellecheismo» con al aparición de nuevas caras e ideas.

En política no hay plenas garantías para nadie en sus ambiciones.

Evitar internas no supone solidificación y unidad de criterios, ir a compulsas internas no da como resultado tampoco la unidad posterior. Dos más dos no siempre es cuatro en el mundo de la política.

El interrogante surge de cara al futuro en cuanto a saber que pretende Venegas con el Partido Fe. Seguir adelante con su armado provincial y nacional o ser un factor de unidad a un peronismo unido para el 2015 que lo tenga como protagonista en la región.

Hay temor en muchos de sus integrantes locales en llegar al 2015 en forma solitaria y tener que vérselas con nombres pesados en sus boleta electorales, como Scioli, Massa o De La Sota, acompañando  a sus referentes, quedando desprotegidos ante tal peso o en evidente desequilibrio.

Es el comienzo de la sana discusión puertas adentro y sin miedo puertas afuera, porque hoy Fe no es un partido adentrado en disímiles pensamientos cerrados o alambrado, sino un abierto desafío ante la comunidad expectante.

Tampoco deberá ser un lanzamiento marketinero de candidaturas sin fundamentos, tendrá que tener un contenido profundo y un proyecto por detrás, sustentado  por hombres y mujeres que puedan llevarlo a cabo.

«Hagan lío»….

Expresó nada menos que el hombre más importante de la humanidad.

Argentino y peronista.

Hombre de FE.

Aued y Rojas le tomaron la palabra  y  comenzaron  a llevarla  a   la práctica.