Los siniestros fueron consecuencia de la sequía que azota a toda la zona. Hubo cortes preventivos de ruta y una intensa labor de bomberos. Tres dotaciones están realizando el control de las cenizas. Deben recargar agua en el Cuartel de Bomberos porque no hay suficiente presión en Obras Sanitarias de la Municipalidad.
Dos siniestros de significativas proporciones, uno de los cuales recién había podido controlarse de manera parcial en horas de la medianoche, reavivaron el alerta permanente de autoridades y civiles en toda la región.
El caso más importante tenía lugar en Necochea, precisamente a la altura del kilómetro 4 de la ruta 228, donde trece dotaciones de bomberos se encontraban combatiendo las llamas, que aparentemente estaban controladas poco después de las 20.30 de la víspera. Según indicaron desde el Cuerpo de Bomberos de Necochea, el siniestro se había originado ayer al mediodía, a la altura del kilómetro 4 del citado camino, y ayer los servidores públicos vieron comprometido su trabajo por las fuertes ráfagas de viento que alimentaban las llamas en una amplia extensión rural, que superaba los diez kilómetros.
Para combatir el fuego habían sido convocados al lugar siete dotaciones de Necochea, tres de Estación Quequén, una de Prefectura, una de Bomberos Voluntarios de La Dulce y una de Juan N. Fernández.
De acuerdo a lo estimado por las autoridades presentes en el lugar, el antecedente inmediato más parecido a este siniestro, ocurrió hace dos años, cuando coincidentemente también se registró una sequía de similares características a la que se padece por estos meses en esta zona.
En Bellocq
En tanto, un nuevo y voraz incendio tuvo lugar ayer en horas del mediodía en la ruta 73 precisamente sobre la primera curva pasando San Francisco de Bellocq y en sentido a Tres Arroyos, sitio conocido como la «S».