Por Prof. Leandro N. Bonaura
Como estaba anunciado, finalmente se trataría un nuevo proyecto de Ordenanza Fiscal e Impositiva para el Distrito de Necochea. Esto significa, en buen romance, que el Concejo Deliberante local deberá establecer los valores a abonar por los vecinos, de acuerdo con diferentes conceptos y, se supone, en relación con la prestación de determinados servicios.
Todo parece indicar que se estaría aprobando un aumento que rondaría entre el 40 y el 100% de acuerdo al servicio y a la zona de residencia del beneficiario.
En reiteradas oportunidades he manifestado mi posición al respecto.
Nadie puede estar en contra del saneamiento fiscal y económico de un Municipio.
Lo que no puede aceptarse ni convalidarse es la práctica reiterada de adoptar medidas aisladas y olvidarse de incluir la cobrabilidad y la equidad recaudatoria como una política de Estado.
No existe un Plan integral que garantice que la orientación en el cobro responda u obedezca a criterios de igualdad en las posibilidades. El aumento en el costo de vida sin su respectivo correlato con el aumento de los sueldos, pone en desventaja a aquellos vecinos de clase media y baja a la hora de responder a sus compromisos fiscales.
Por el contrario, la alta tasa de morosos profundiza la idea que se sigue manteniendo una lógica que parece indicar que el plan de cobro es “dividir lo que gastamos entre los que pagan”.
La recientemente creada oficina de recaudación debiera, al menos, mostrar un plan a corto, mediano y largo plazo que nos permita conocer la situación de morosidad y pensar políticas recaudatorias hacia aquellos que pueden pagar y no lo hacen. A meses de su puesta en funcionamiento, no conocemos explicación sobre esta cuestión.
No puede estar ajeno en este análisis, el tener en cuenta el monto de los gastos establecidos por este gobierno para el corriente año. No puede pensarse en la recaudación ni en las tasas como la herramienta que permite seguir manteniendo un municipio desfasado y en déficit económico.
Los ingresos actuales de la Municipalidad de Necochea no son necesarios ni suficientes para garantizar su funcionamiento. Pues bien, se dijo en su momento y vale reiterarlo en estas circunstancias, que no existe organismo –ni público ni privado- que pueda garantizar su equilibrio financiero si, a la hora de los gastos, la planta de personal se lleva mas del 50% de lo recaudado. Habrá que indagar, entonces, en las razones políticas que convirtieron al estado Municipal en un Palacio de ubicaciones y devolución de favores y compromisos políticos.
Ante esto, la política económica de este Municipio se dirige claramente a mantener un estado de situación sin modificar – ni un centímetro – la errática gestión y administración de los recursos. Por el contrario, deberá el necochense ser la moneda de cambio que, a través de su esfuerzo sin retribución, contribuya a mantener una estructura que prioriza la visión añeja y poco moderna de un Municipio que administra la pobreza de sus finanzas.
Pudiendo estar mejor, los concejales que voten el aumento de las tasas darán un histórico paso hacia atrás desconociendo la increíble posibilidad de forzar al Departamento Ejecutivo a un cambio en su gestión de recaudación y de gastos. Pudiendo estar mejor elegimos, simplemente, poder seguir estando.
Eso es reincidir….en el error.