Por CTA Regional Necocha-Loberia
Miles de trabajadores y trabajadoras de la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA) marcharon hoy al Ministerio de Trabajo de la Nación bajo el lema “En la Argentina no somos todos iguales. Sin libertad y democracia sindical no hay una justa distribución de la riqueza”.
La nutrida columna, encabezada por la máxima conducción de la Central y de las organizaciones que la componen, recorrió el microcentro porteño haciendo sonar bombos y trompetas. Y exclamando bien fuerte: Personería Gremial YA.
La inmensa esquina de Avenida de Mayo y 9 de Julio comenzó a poblarse a las tres de la tarde. De a poco iban llegando trabajadores de las distintas organizaciones que componen la CTA y las delegaciones de la Central de provincias como Santa Fe, Entre Ríos y La Pampa, junto a los militantes del conurbano bonaerense y de los barrios porteños.
Alrededor de las cuatro de la tarde, la columna comenzó a avanzar hacia el Obelisco encabezada por los representantes de la conducción nacional, junto a los de las organizaciones sindicales y territoriales de la ciudad y el conurbano, y los titulares de distintas delegaciones del interior del país.
Muchos de ellos, junto a los trabajadores y trabajadoras gastronómicos y del sector privado, llevaban unas pecheras blancas con la consigna que resume este viejo reclamo de la CTA: “Libertad sindical YA”.
Marcharon los integrantes de la Coordinadora de Organizaciones Sociales de la CTA; del Movimiento Barrial Bonaerense; del MUC; de la Mesa de Encuentro Barrial de Rosario; Marcha Grande en la CTA; del Movimiento Territorial Liberación (MTL); de la Asociación Nacional de Trabajadores Autogestionados (ANTA); de la Tupac Amaru de Capital Federal; estatales de la ATE; docentes de la CTERA, SUTEBA y UTE; telefónicos; trabajadores de maestranza; de correos privados; bancarios; actores; jubilados y de la Juventud de la CTA.
También de la Federación de Trabajadores de la Energía; docentes universitarios; judiciales de la FJA y trabajadores fileteros y de peladores de pollos de la ciudad de Mar del Plata, entre otros.
Las cinco cuadras de la nutrida columna recorrieron la avenida Corrientes. El bullicio y los colores de las banderas suplantaron por unos minutos las marquesinas de teatros y locales comerciales.
La tarde empezaba a caer y frente a la cartera laboral comenzó el acto central de la jornada, que también tuvo otras actividades en ciudades del interior del país.
Fue Hugo Yasky, secretario general de la CTA, el encargado de sintetizar en su discurso el reclamo de la Central.
Luego de saludar a Jorge Raúl González, quien estuvo secuestrado dos días y fue amenazado y torturado en la localidad bonaerense de Florencio Varela, el titular de la Central exclamó: “Le decimos a los que se lo llevaron que no nos van a parar. Estamos de pie y no vamos a aflojar en la pelea. Por eso van a seguir los juicios por la verdad, los juicios contra la impunidad. Y vamos a seguir pidiendo que el responsable intelectual del asesinato de nuestro compañero Fuentealba, Jorge Sobisch, esté preso”.
El dirigente explicó que “para la mayoría de los trabajadores del país, que no tienen libertad y democracia sindical, este es un derecho escrito en el papel pero no un derecho real.
Y nosotros decimos que sin este derecho no hay justa distribución de la riqueza. Porque los trabajadores queremos discutir un plan de desarrollo estratégico que ponga a la justicia social como eje.
Porque la clase trabajadora no tiene que discutir sólo cuando hay una paritaria, sino que tiene que discutir con más conocimiento, con más noción de patria, los problemas que son de todos”.
También recordó que “el debate de la paritaria social, eligiendo delegados barriales, formando organización en cada manzana, construyendo articulación con otras organizaciones en la paritaria social y hacia la constituyente social lo hacemos con un solo objetivo: construir poder popular”.
Y concluyó: “Si se pudiera encontrar un ámbito para discutir la agenda que la Argentina reclama, la CTA iría, aún con la negativa que significa seguir dilatando la respuesta a nuestro pedido de personería gremial, con un mandato claro: iríamos a decir que el principal problema de nuestro país no es la deuda con el Club de París o asegurar la rentabilidad infinita a los empresarios de la ciudad o del campo, el principal problema es la desigualdad social. Argentina merece mucho más y por eso seguimos luchando”.
El acto
El primer orador del acto fue Pablo Micheli, secretario general adjunto de la CTA a nivel nacional, recordó la consigna del acto del Día de los Trabajadores en Cuba, que decía “Con Unidad, Firmeza y Victoria”. Y lo trasladó a nuestro país. “La Central ha demostrado, en la calle, que somos capaces de construir unidad porque sabemos que es la única garantía para tener una sociedad más justa. Y sabemos que se construye con firmeza, porque la libertad sindical no se pide de rodillas, sino que se conquista con movilización y con todos los compañeros peleando”. También reconoció que “no quieren abrir las puertas de las grandes empresas para que los trabajadores puedan elegir sus delegados, son los grupos económicos los que no quieren la libertad sindical” y dijo: “Este Gobierno tampoco quiere la libertad. Por eso le decimos a Carlos, que no es Menem pero tampoco es Gardel, que vamos a venir mil veces y vamos a estar todo el tiempo que haga falta hasta que haya libertad sindical en la Argentina”. Por último, y volviendo a la consigna cubana, Micheli indicó que “no hay victoria sin unidad y sin firmeza. Porque victoria es construir poder popular, y nuestra Central tiene una tarea, una responsabilidad: construir una patria para todos”.
Luego fue el turno de Pedro Wasiejko, también secretario adjunto de la Central. El dirigente del neumático hizo un racconto de las dificultades que tienen los trabajadores del sector privado para organizarse. Informó que “sólo un 12% de los establecimientos del sector tiene organización sindical” y que “más del 40% de la fuerza laboral está en una situación irregular, están fuera de convenio más de 4 millones y medio de compañeros. Y a eso hay que sumar los casi 2 millones de compatriotas sin empleo. Es ahí donde hay que dar la pelea, y para eso se necesita que se respete la democracia y haya libertad sindical”. Y finalizó: “Este será el único camino para poder dar en serio la pelea por la distribución del ingreso. Por eso cuando decimos que no somos iguales es porque nosotros sabemos que no es lo mismo defender los derechos de nuestros compañeros si no tenemos el reconocimiento legal. Porque nos echan, no podemos sentarnos a la mesa de la negociación en un conflicto ni cobrar una cuota sindical para sostener la organización. Eso es la falta de libertad sindical”.
Más tarde habló Daniel Barragán, secretario Administrativo de la CTA y titular del MBB, quien agradeció a “todos los compañeros que llegaron de distintas provincias porque sabemos el esfuerzo que significa construir un país federal y estar presentes hoy aquí”. Hablándoles a los grupos económicos, Barragán dijo: “A ustedes les duelen las luchas de los trabajadores, de los jubilados, de los docentes, de los que queremos continuar con la reactivación de los últimos años, con el avance de nuestro pueblo. Porque esta reactivación que nosotros generamos ustedes se las quieren llevar. Ustedes quieren que se destruya la ley sindical para poder seguir explotando a los trabajadores”. Y reconoció: “A nosotros nos duelen los chicos que se mueren todos los días, nos duele la explotación y la inflación, nos duele la falta de libertad sindical. Y porque nos duele queremos más. Queremos la puja distributiva, queremos un Estado con trabajadores bien pagos. Y estamos decididos a ir por más y hacernos respetar”.
Finalmente, y luego de las palabras de Yasky, comenzó la desconcentración. Cada una de las organizaciones emprendió el regreso con la satisfacción de haber estado una vez más en la calle, donde la CTA siempre está, defendiendo con la movilización sus reclamos. Una nueva jornada de lucha llenó de ruido la ciudad y llegó a oídos de los funcionarios. “Ahora vamos por más. Estaremos denunciando la falta de democracia y libertad sindical, una vez más, en la asamblea anual de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Y allí recibiremos el apoyo, como sucedió el lunes pasado en nuestra sede, de nuestros compañeros trabajadores de América y del mundo”, expresaron a los medios los dirigentes de la Central al concluir la jornada.