jueves, octubre 10, 2024

Locales

ECOLOGÍA: Nuevo mensaje de un especialista.

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Periódicamente Elio Brailovsky nos envía sus comentarios y en esta oportunidad lo hizo ante el comienzo de un nuevo verano.


Queridos amigos:

Hemos dicho muchas veces que vivimos en una sociedad presionada para olvidar los ritmos de la naturaleza. Ese ocultamiento es intencionado y sólo beneficia a quienes ganan dinero destruyendo nuestro entorno.

Por eso, nuestra intención de recordar continuamente nuestra pertenencia a los ritmos de la Tierra.

En esta entrega, ustedes reciben:

      El discurso ejemplar en el cual Sancho Panza renuncia al gobierno de la ínsula porque prefiere pasar el verano a la sombra de los árboles. Me parece una buena reflexión, en un momento histórico en el que estamos rodeados de algunos poderosos que no son idóneos para el cargo que ocupan. Por contraste, quiero resaltar la actitud de este hombre que prefiere realizar una tarea útil como cosechar el trigo antes que ser Gobernador.

      El cuadro «Los segadores», de Pablo Picasso, que muestra esa vida sencilla en la naturaleza, a la que Sancho aspira y tiene el coraje de volver a ella.

Quiero saludarlos en el comienzo del verano.
Un gran abrazo a todos.
Antonio Elio Brailovsky

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«Yo no nací para ser gobernador, ni para defender ínsulas ni ciudades de los enemigos que quisieren acometerlas. Mejor se me entiende a mí de arar y cavar, podar y ensarmentar las viñas, que de dar leyes ni de defender provincias ni reinos. Bien se está San Pedro en Roma: quiero decir, que bien se está cada uno usando el oficio para que fue nacido».

«Mejor me está a mí una hoz en la mano que un cetro de gobernador; más quiero hartarme de gazpachos que estar sujeto a la miseria de un médico impertinente que me mate de hambre; y más quiero recostarme a la sombra de una encina en el verano y en mi libertad, que acostarme con la sujeción del gobierno entre sábanas de Holanda».

                                     (Sancho Panza, al renunciar al gobierno de la ínsula), en:

                                          Miguel de Cervantes: «El ingenioso hidalgo

                                          Don Quijote de la Mancha«, 1605.