viernes, noviembre 08, 2024

Salud

SALUD: Dormir poco también aumenta el riesgo de diabetes.

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Hasta ahora, los factores más comunes que, de acuerdo con los expertos, contribuyen a la diabetes son la falta de actividad física y la ingesta de alimentos procesados altamente palatales. Pero cada vez hay más evidencia médica de que otro aspecto del estilo de vida moderna, el sueño de corta duración, también está contribuyendo al aumento en la incidencia de la denominada «epidemia de la diabetes», según un estudio publicado en la revista especializada Sleep.

Estimaciones recientes indican que al menos 171 millones de personas en todo el mundo sufren de diabetes, y que para el año 2030, este número se duplicará.

El estudio, llevado a cabo por James Gangwisch, doctor de la Universidad de Columbia en Nueva York (Estados Unidos), exploró la relación que hay entre la duración del sueño y el diagnóstico de la diabetes durante un período de 8 a 10 años (entre 1982 y 1992) y entre 8.992 personas de entre 32 y 86 años que participaron de la investigación.

Los resultados indican que aquellos individuos que informaron dormir 5 o menos horas, y aquellos que dijeron dormir 9 o más horas tenían muchas más probabilidades de padecer diabetes, que las personas que dormían 7 horas, incluso después de ajustadas variables como la actividad física, la depresión, el consumo de alcohol, la educación, el estado civil, la edad, la obesidad y los antecedentes de hipertensión.

Para el Dr. Gangwisch, el efecto del sueño de corta duración sobre la incidencia de la diabetes se relaciona en parte con la influencia que ese tipo de sueño tiene en cuanto al peso corporal y a la hipertensión. Los estudios experimentales han demostrado que la privación de sueño disminuye la tolerancia a la glucosa y que comprometen la sensibilidad a la insulina, al aumentar la actividad del sistema nervioso simpático, los niveles nocturnos de la hormona cortisol, y al disminuir también la utilización de la glucosa cerebral.

El aumento de la carga sobre la resistencia a la insulina del páncreas puede, con el tiempo, comprometer la función de las células y conducir a la diabetes tipo dos, advirtió Dr Gangwisch.

«Si el sueño de corta duración aumenta la resistencia a la insulina y reduce la tolerancia a la glucosa, las intervenciones para mejorar tanto la cantidad como la calidad del sueño podrían ser potenciales tratamientos y medidas de prevención primaria como para la diabetes.»

En promedio, la mayoría de los adultos necesitan dormir cada noche entre 7 y 8 horas, para sentirse alertas y bien descansados. En el caso de los adolescentes, la cantidad de horas dormidas debería ser de 9 horas, y en el de los niños en edad escolar, de entre 10 y 11 horas en edad preescolar.-(www.saludyciencias.com.ar)