El Ministerio de Pesca noruego anunció, cinco días después de que Islandia retomara la caza de ballenas, que fueron capturadas en sus costas 546 ballenas enanas o rorcuales durante la temporada 2006.
Se trata de menos de la mitad de la cuota auto-asignada para esta última temporada, que el Gobierno ya aumentó el año pasado de 797 a 1.052.
Noruega se reserva el derecho a proseguir con la caza comercial de ballenas desde 1993 a pesar de que existe una moratoria internacional desde hace 21 años, una discutida práctica que también realiza Japón y a la que se ha sumado Islandia.
El comunicado emitido por la Dirección General de Pesca noruega especifica que las ballenas fueron capturadas mayoritariamente en la zona de Vaagan, al norte del país, y que fue vendido un total de 700 toneladas de carne.
Las autoridades achacaron las bajas capturas al mal tiempo, que obligó a prolongar en seis meses la temporada de caza iniciada el pasado 1 de abril.
Pero la organización ecologista Greenpeace denunció que las autoridades mienten cuando achacan las reducidas capturas a las condiciones meteorológicas o al alto precio del carburante y que el problema radica en la escasez de demanda.
«El hecho de que sólo hayan capturado la mitad de la cuota demuestra que hay poco mercado para la carne de ballena», dijo a EFE el portavoz de Greenpeace, Martin Norman.
El biólogo noruego Brad Smith, de la misma organización, declaró que la práctica pesquera noruega no tiene sentido comercial ni político, porque sólo atrae críticas internacionales.
Señaló además que en Noruega el consumo de la carne de ballena en las ciudades se ha abandonado, pese a una intensa campaña comercial que promociona la venta de hamburguesa de ballena en las tiendas de comestibles.
«El mercado está saturado. Apenas venden por unos cuantos millones de coronas y a las nuevas generaciones no les gusta la carne de ballena», dijo Smith.
Los balleneros noruegos, asociados en la «Organización noruega de pescado crudo», defienden que la caza de esos grandes mamíferos contribuye a mantener un equilibrio en la cadena alimentaria, permitiendo el desarrollo de la pesca de arenques o bacalao.
Los estudios científicos estatales sugieren que la caza no reduce la población de rorcuales. En la actualidad, las autoridades calculan que el número de ballenas enanas en sus costas supera los 100.000 ejemplares y sigue aumentando.
Pero Greenpeace insiste en que los cálculos de las autoridades no tienen en cuenta la contaminación, el cambio climático, la sobre pesca y la muerte de ejemplares en redes de deriva.
La organización ecologista también rechaza que haya un «método humano» para matar ballenas y afirma que en el Antártico se han observado matanzas de ballenas en las que los animales no expiraban hasta media hora después.-
FUENTE: «EFE»
Al que le interese este tema y la acción, Greenpeace abrió un nuevo portal para que se sugieran y voten ideas para la campaña contra la caza de ballenas en Japón! Quieren cazar a 954 ballenas!! el site es http://whales.greenpeace.org/espanol
Seamos sinceros, la única organizacion que defiende a las ballenas seriamente en nuestro pais es Greenpeace.
Saludos.