Sharing is caring!

Hoy miércoles se realizará una audiencia pública en la sala III del Tribunal de Casación Penal (Capital Federal) en relación al recurso presentado por la familia de Alfredo Marcenac rechazando el fallo que declaró inimputable a Martín Ríos, el tirador de Belgrano.

Los padres del joven necochense asesinado el 6 de julio de 2006, Adrián Marcenac y Mónica Bouyssede, informaron que el miércoles, a las 12.30, se realizará la audiencia pública en la sala III del Tribunal de Casación Penal, integrado por los Jueces Ángela Ledesma, Liliana Cartucci y Eduardo Riggi.

La familia Marcenac, los demás querellantes y el fiscal Giménez Bauer presentaron un recurso de casación ante el fallo de inimputabilidad del Tribunal Oral Criminal Nº 12, integrado por Ana Dieta de Herrera, Alfredo Rizzo Romano y Carlos Bruno.

Según los Marcenac, el fallo conocido en el mes de julio 2009 es rechazado «por el diagnóstico de esquizofrenia ‘inventado’ por los médicos del CMF en conjunto con los peritos de la defensa (Castex y Martinez Llenas) y asumido como irrefutable por el anodino TOC 12, surge a partir de un grosero error de lectura del expediente».

«Este diagnóstico fue claramente refutado por la jueza de Instrucción Fontbona de Pombo, por el fiscal general de Cámara Fabian Céliz, por el fiscal de juicio Giménez Bauer, por varios psiquiatras, que observaron a Ríos en el Borda antes del juicio, y por las peritos psicólogas del CMF, que firmaron el último examen médico que se hizo previo al juicio oral», añadieron los padres de Freddy.

En un comunicado de prensa dado a conocer hace algunas horas, los Marcenac señalaron que todos estos peritos «han expresado con absoluta claridad que Martín Ríos padece un trastorno de personalidad, pero que comprendió perfectamente lo que hizo y que, por lo tanto, es imputable».

Los Marcenac recordaron que el fiscal Giménez Bauer pidió para el asesino Ríos reclusión perpetua. «Porque a partir de la declaraciones de las víctimas y los testigos de los cuatro hechos cometidos por Martín Ríos, surge sin lugar a dudas que es un asesino que comprendió perfectamente lo que hacía, porque en cada hecho manifestó tranquilidad, no tuvo miedo y disparó a sangre fría contra indefensas víctimas como nuestro hijo Alfredo», agregaron.

Además indicaron que «las acciones anteriores y posteriores al crimen cometido por Martín Ríos marcan con claridad que sabía lo que hacía».

Dijeron que Ríos «efectuó personalmente los trámites ante el Renar (año 2000 y 2005), talló manualmente las municiones para causar daños irreversibles en las víctimas, planificó con minuciosidad la huída después de cada tiroteo (como lo demuestra el simple hecho de que no fue detenido en ninguno de ellos), andaba permanentemente armado (cuando fue detenido llevaba el arma cargada y en estado de disparo inmediato junto a 57 municiones con la punta limada)».

Según los Marcenac, «estas son evidencias irrefutables de que Ríos sabía, entendía y comprendía la criminalidad de todos sus actos».