jueves, abril 25, 2024

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NECOCHEA: Buscan desesperadamente a Rodríguez

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“No sabemos qué hacer. Estamos desesperados y a esta altura de los hechos sólo rogamos a Dios que el abuelo aparezca cuanto antes”, indicó a Ecos Diarios un angustiado Pablo Mier, nieto del vecino Idolio Eduardo Rodríguez, quien se ausentó de su casa en la tarde del pasado martes 8, y que tras ser visto por tres conocidos durante esa misma jornada, no puede ser hallado pese a la intensa búsqueda por parte de familiares y Policía.

Al recordar el día en el que comenzó una verdadera odisea para la familia, Pablo relató que “en la mañana de ese día, mi abuelo fue a trabajar como lo hace habitualmente como albañil, y al mediodía lo trajo el patrón a su casa. Estuvo con una vecina a la que le prestó un cable para la cortadora de pasto y le pidió que se lo devolviera esa tarde, pues al otro día iba a ir a cortar el césped a la casa de mi madre.”

Hasta allí la jornada era una de las habituales en la vida de Rodríguez, pero empieza a diferenciarse cuando Mier cuenta que “mi abuela no estaba, pues había viajado a Mar del Plata, y ese martes el abuelo ni siquiera se bañó ni comió, como lo hacía todos los días. Una vecina lo vio salir en su bicicleta playera color azul, con rumbo desconocido…”

Rodríguez, quien tiene 75 años de edad, vestía al momento de desaparecer un jean, buzo color azul y zapatillas blancas.

Visto que transcurrían las horas e Idolio no regresaba a su vivienda, la familia realizó la denuncia de la desaparición en el atardecer de ese martes, en la comisaría Primera, y la investigación fue derivada a la DDI.

Sin embargo esa misma tarde, tres personas que lo conocen muy bien, vieron en el barrio a Idolio, pero ya sin su bicicleta. “A las 17 lo vio una vecina caminando por la 75 hacia la avenida 74; poco después cerca del lugar un remisero lo cruzó y lo notó algo distraído, y a eso de las 8 de la noche una parienta nuestra habló brevemente con él y lo vio normal…”, manifestó Pablo, para citar que “ya es extraño el hecho de que no llevara su bicicleta, a la que no deja por ninguna circunstancia”. (ECOS DIARIOS)