Muchos veraneantes llegan sin reservas y «pelean» los precios con inmobiliarias y propietarios y consiguen sustanciales descuentos, según indican algunos informes.
“Los operadores turísticos encuentran frente a las puertas de las inmobiliarias autos cargados de valijas, cuyos dueños exigen descuentos so pena de pegar la vuelta sin más. Y de allí, camino hacia otra inmobiliaria o incluso dirigirse sin más a un hotel.”, dice un matutino nacional.
Es entonces que se consiguen, tras regateo, rebajas de hasta $1000 en los alquileres de departamentos.
“No es que falte oferta. Tampoco escasean las consultas. Es más: las expectativas, como todos los años, siguen siendo altas y, sacando a los superoptimistas que dicen que se espera para este verano un récord de visitantes, la realidad indica que la cosa puede repuntar, pero más cerca de la fiesta de Reyes que de la despedida de 2008, al menos en la costa local.
Con respecto al alquiler de sombra dice el informe: “… el valor de la carpa y de la sombrilla, parece ser el rubro más duro a la hora de bajar el precio, a tal punto que el alquiler mensual de un dúplex en Pinamar, con buenos servicios y ubicación, costaba ayer lo mismo que el de una carpa en un parador de moda. Todo indica que a la sombra también le llegará su aguacero, si los dueños de esas parcelas se resisten a admitir que la situación no está para tirar manteca al techo. Por no haberlo comprendido el año pasado, la temporada se resintió. Habrá que tener memoria”. (LA NACION)
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