Una vecina de Quequén se queja de la inauguración de la temporada en esa localidad y el profesor Raúl Martínez realiza una aclaración sobre una información que dio a conocer la Dirección de Prensa Municipal. Las notas fueron enviadas por mail a nuestra redacción por los contactos del sitio.
Griselda siosi_quejate@yahoo.com.ar escribió:
Hoy (por el sábado 13) se inauguro la temporada en Quequén no pude por razones de horarios con mi trabajo pero me puse a llorar cuando llego a mi casa y veo el informativo pasando imágenes de la inauguración era deprimente la media sombra que colgaron de fondo de escenario toda rota atada a unos alambres quedaba mejor si se veía el fondo natural de verdad les digo si hubiera podido ir me voy haciéndoles saber primero mi bronca concejales por favor no dejen que nos sigan humillando una vecina de Quequén
Raúl Martínez rmartinez@ladulce.com.ar escribió:
El CEF Nro.17 de Nicanor Olivera (La Dulce) de parte de su Director Raúl Oscar Martínez quiere aclarar públicamente que el Establecimiento Educativo CEF Nro.17 del cual es su titular no organiza, ni participa del evento, ni siquiera fue informado por las autoridades municipales.
Quiero deslindar cualquier responsabilidad respecto a nuestra institución educativa, por cualquier daño que se pueda ocasionar en dicho evento y dejar aclarado que en ningún momento la Secretaría de Turismo de Necochea nos convoco para solicitar la difusión. Lamentablemente aparece el nombre de la institución en el medio periodístico del cual no soy responsable.
Director CEF Nro.17
Licenciado Raúl Oscar Martínez
Estimados amantes de Quequén de toda la vida:
Ya tenemos que dejar de ver cómo avanzan y destruyen la paz tan difícilmente hallada en estas playas. Esas casitas solitarias, esas calles de piedra y polvo, esos susurros entre las olas y nosotros desaparecen por gente insensible que pretende hacer de Quequén su negocio. Esos festivales de Jamming Fest deben volar de allí. La escollera maldita que se pretende construir en Bahía de los Vientos con luz y todo hará escapar a los que allí hicieron sus casas para vivir en silencio frente al mar.
Como si esto no bastara, las costumbres enfermas de la ciudad, de poner horribles músicas en todos los kioscos a todo volúmen, en los balnearios (como la cumbia del Kem Kem que se oye hasta la escollera)hacen que estar en Quequén o en el centro porteño sean lo mismo.
Señores de Quequén, empiecen a moverse que si no, nada quedará muy pronto.