miércoles, abril 24, 2024

Locales

Dialogo de dos amigos profesionales en Economía.

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Por Lic. Jorge Mancuso

Con relación al artículo: No matemos la gallina de los huevos de oro. El siguiente cruce de e-mail es verídico.

X dice (Es uno de los 10 economistas más destacados del País): Muy bueno Jorge, te felicito. Pero no temas porque el gobierno no come vidrio – no matará la gallina-, y claramente esto es la antinomia de siempre que no es campo o industria, peronismo vs. Anti peronismo visceral. ¿Me querés decir que hace la gente del Barrio Norte en esto? Abrazos X

Jorge responde: Querido X. No es mi intención polemizar contigo, primero acordate que yo perdí mucha plata en los noventa por jugarme a producir, segundo no todo el campo es igual, aquí en el sudeste de Bs. As. se perdió por razones climáticas el 50% de la cosecha de trigo y girasol, aquí solo se cultiva un 20% de soja (de difícil adaptación al clima de la zona), tercero desde la campaña 1992/93 a la 2006/7 la producción de trigo + maíz + girasol + soja creció a nivel nacional un 105.13%, a nivel provincia Bs. As. un 95.76% y a nivel de la región sudeste de la provincia de Bs. As. un 85.87%. Porqué creció menos, porque no es igual la zona núcleo de la pampa húmeda, que los suelos y climas del sudeste de Bs. As., pero además por falta de infraestructura, basta que te diga que en el mismo período Puerto Quequén solo creció un 59.77% en exportaciones de granos, aceites y subproductos, una de las causas más importantes que explican porque la producción agroindustrial – aceites fundamentalmente – esté en los mismos tonelajes de 1993.

Por otro lado, en base a la evolución del precio de la tonelada de soja en los mercados internacionales y el precio que perciben los productores una vez que se deducen las retenciones a las exportaciones se pueden trazar algunas referencias más objetivas alrededor de este interrogante. Según datos del Ministerio de Economía: en 1997 el precio internacional de la soja fue el más alto de la década de los ’90, con U$S 281, y el precio neto de retenciones – 3,5% en esa fecha – era de U$S 271, en marzo del 2008 el precio internacional de la soja está en el entorno de los U$S 495 que, aplicando retenciones del 44%, llevan el precio neto a aproximadamente U$S 284. En otras palabras, el precio internacional de la soja actual casi duplica al de hace una década, pero los precios que recibe el productor son muy parecidos a los de aquella época. Esto es consecuencia de que casi la totalidad del aumento en el precio internacional fue absorbido por el incremento en las retenciones, que llegan al 44%.

Se puede argumentar que lo que separa a la década del ’90 de la actualidad es una fuerte devaluación que hace que los casi U$S 300 por tonelada percibidos en 1997 no sean equivalentes a los de la actualidad. Sin embargo, hay evidencias que sugieren que las diferencias no serían tan importantes. Muchos insumos del sector agropecuario son importados y, por lo tanto, no fueron “licuados” por la devaluación. Los insumos de origen nacional han experimentado un fuerte crecimiento en pesos, al punto que muchos tienen un costo, medido en dólares, similar al anterior a la devaluación. Finalmente, algunos insumos tienen precios en dólares todavía relativamente baratos, como el gas oil, pero están sujetos a fuerte desabastecimiento lo que hace que para conseguirlos haya que pagar sobreprecios que llevan los costos de estos insumos a niveles similares a los tiempos anteriores a la devaluación. Esto sugiere que la iracunda reacción de los productores agropecuarios es, en parte, una manifestación de que los efectos de la devaluación se están esfumando y, por lo tanto, semejantes niveles de retenciones a las exportaciones han dejado de ser tolerables.

Por último te digo que yo estoy de acuerdo con que hay que aplicar retenciones, pero al mismo tiempo pensemos en un país federal, donde actualmente tenemos un Gobierno «rico» con provincias «pobres», (Necochea aporto 140 Millones de dólares por retenciones, pero nada vuelve en infraestructura, educación, salud, etc.); soy industrialista y desarrollista por convicción, tengo muchas discusiones para demostrar que sin agroindustria esta región no progresará, claro que para que esto suceda hace falta infraestructura, decime como explico que un puerto no tenga un ramal ferroviario que funcione ( 250 Km. une Necochea-Lobería-Tandil-Azul), pero el Gobierno Nacional se endeuda en 4.000 Millones de dólares en un tren bala. Para cerrar, en Necochea el 80% de los productores son pequeños y medianos, también te tengo que decir que seguramente en la Capital Federal existe la antinomia peronistas – antiperonistas, pero aquí, donde vivo hace 12 años, esa no es la realidad.

Un fuerte abrazo y que las diferencias de ideas nunca rompan nuestra amistad, Jorge.