El Superior Tribunal de Justicia brasileño aprobó ayer la reducción en 4 años y 3 meses de la condena del expresidente, Luiz Inácio Lula da Silva, pero rectificó los fallos de la primera y segunda instancia que lo imputaron por corrupción y lavado de dinero en el marco de la mega causa Lava Jato.
Los jueces Felix Fischer, relator del caso, y sus colegas Jorge Mussi, Reinaldo Soares da Fonseca y Ribeiro hicieron lugar en parte a la apelación de Lula y acortaron su condena que era de 12 años y 1 mes.
Por unanimidad los magistrados de la Quinta Sala del Superior Tribunal de Justicia, corte de la tercera instancia, determinaron que la nueva pena sea de 8 años y 10 meses.
Esta sentencia abre la posibilidad de que el condenado tenga derecho al régimen semiabierto, con libertad diurna y retorno al presidio por la noche, a partir de septiembre u octubre de este año.
El fundador Partido de los Trabajadores está preso desde el 7 de abril de 2018 en la Superintendencia de la Policía Federal, en Curitiba, sur del país, por haber recibido como soborno de una empresa un departamento en el balneario Guarujá, en el litoral atlántico del estado de San Pablo.
Esta fue la primera vez que un tribunal superior analizó a través de una sesión plenaria los recursos presentados por la defensa que rechaza el fallo presentado en enero del año pasado por el Tribunal Regional Federal 4, de Porto Alegre (TRF4).
A su vez, el TRF 4 había confirmado la sentencia contra Lula de 2017 firmada por el juez de primera instancia de Curitiba Sergio Moro, el famoso mentor de la causa Lava Jato la cual, según él mismo reveló, se inspiró en el proceso italiano Mani Pulite de los años 90 del siglo pasado.
Además de la condena por el inmueble en Guarujá contra Lula pesa otra sentencia de primera instancia, que aún no llegó a la segunda, por haber recibido como parte de un soborno el coste de las reformas de una quinta de fin de semana en Atibaia, en el interior de San Pablo.
Se espera que en los próximos meses esa condena de casi trece años sea analizada por el TRF 4 de Porto Alegre.
Entre tanto, el expresidente arrestado recibió sin festejos la decisión de este martes del Superior Tribunal de Justicia sobre el acortamiento de su prisión.
«El problema no es reducir la pena, la pena tiene que ser cero (..) hasta ahora no tuve derecho a un juicio justo», comentó Lula hoy por la noche, hora local, en la Superintendencia de la Policía Federal en Curitiba.
«La lucha tiene que continuar, de la misma forma que fui juzgado políticamente voy a ser liberado», agregó el ex gobernante al recibir en su celda a su correligionario Emídio de Souza, del Partido de los Trabajadores.
El abogado defensor de Lula, Cristiano Zanin, también manifestó sus discrepancias con los magistrados del Superior Tribunal.
«Respetamos la posición presentada hoy por los ministros del Superior Tribunal de Justicia, pero expresamos nuestra inconformidad por entender que el único fallo posible es la absolución del ex presidente Lula porque no cometió ningún delito», declaró Zanin.
«Es la primera un tribunal reconoce que las penas aplicadas por el ex juez Moro y el Tribunal Regional 4 fueron abusivas, pero esto fue sólo el inicio, esperamos que las instancia judiciales que vendrán se manifiesten (sobre la esencia) del caso», agregó el letrado y recordó que fue presentada una denuncia ante el Comité de Derechos Humanos de la ONU por la supuesta violación de las garantías de Lula a un proceso justo.(ANSA).