Por Observatorio de Medios de la Utpba (*)
Después de más de 30 años, la ley de medios o de prensa de la dictadura brasileña fue derogada. . El Tribunal Supremo Federal aprobó por tres votos a favor, uno en contra y tres abstenciones, abolir la norma que impusieron los militares para censurar y amedrentar a la prensa. La Ley de de 1967 venía siendo abiertamente criticada por el gobierno de Lula y los sectores de la oposición –tanto de derecha como de izquierda, así como por los grandes multimedios y las organizaciones sindicales y profesionales de los periodistas brasileños.
La norma permitía la censura sobre algunos temas y allanaba el camino para el cierre de medios que no cumplieran con los parámetros previstos en la ley.
Por su lado, los periodistas advirtieron sobre la necesidad de contar con un nuevo marco legal lo antes posible. Hay que recordar, que la ley de los años de la dictadura hacía tiempo que no se utilizaba en Brasilia, Río de Janeiro, San Pablo o el resto de las grandes ciudades del país. Sin embargo, la norma era funcional a sectores de poder local que imponía limitaciones y censura a los medios comunitarios o de bajo alcance.
Ahora los periodistas y los medios de comunicación quedarán bajo la órbita de las figuras legales del Código Penal y el Civil. Los delitos contra la honra –como la calumnia, injuria y la difamación– serán juzgados por el Penal. De la misma manera, las demandas de indemnización por presuntos daños morales serán tramitados dentro del Código Civil.
Por su parte, el presidente del órgano, Gilmar Mendes, pasó la posta a los poderes Ejecutivo y Legislativo. “Estamos creando un vacío legal”, advirtió. Con esas palabras quiso apurar el debate convocado por el gobierno de Lula para redactar una nueva ley nacional de radiodifusión.
El mandatario brasileño, José Ignacio “Lula” Da Silva ya había anunciado que a principios de diciembre del 2009 se realizará la Primera Conferencia Nacional de Comunicación, cuyo objetivo es discutir y consensuar la ley de medios, que será enviada al Congreso nacional.
En el debate participarán, periodistas y representantes de los grandes multimedios, por lo que se avizora una tensa discusión, hoy agudizada por el lugar que ocupan en la crisis de los medios de comunicación y por las políticas de despidos de los oligopolios mediáticos, ya anunciada y concretada en otros países, riesgo, este, al que, con seguridad, no escapará Brasil.
Entre los temas que preocupan y aún están pendientes figura la situación de los medios comunitarios en Brasil. Hace menos de un mes, la oficina regional de la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (ANATEL) en San Pablo, junto a la Prefectura Municipal, destruyó de manera ilegal 8 toneladas de equipamiento perteneciente a emisoras «no autorizadas» según palabras de dichas instituciones, tal como informa el Observatorio de Derecho a la Comunicación. La Asociación Brasileña de Radiodifusión Comunitaria (ABRAÇO, por sus siglas en portugués) cuestionó la decisión judicial para la destrucción del equipamiento.
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