Ayer luego de los estudios de rigor abandonó el Sanatorio Tandil. El piloto local no presentaba lesiones, aunque por el accidente sufrido debió permanecer 24 horas en el centro asistencial.
El primer Teniente Martín Ignacio Bettiol, abandonó ayer a la mañana el Sanatario Tandil, donde había permanecido internado unas horas luego de la caída del avión Mirage III que tripulaba el viernes último.
Como se informó en la edición de ayer el Mirage III de la Sexta Brigada Aérea se precipitó a tierra en un campo de la zona de Claraz, partido de Necochea, por causas que se procuran determinar, aunque todo hace suponer que el accidente sobrevino a causa de una falla mecánica de la aeronave.
El piloto resultó ileso al lograr una eyección controlada, aunque por precaución quedó internado en el Sanatorio y fue sometido a una serie de estudios, corroborándose que no presentaba lesión alguna.
Ayer a la mañana recibió el alta médica y se retiró a su domicilio para descansar en familiar y participar posteriormente del bautismo de su hijo.
La caída se produjo a media mañana el campo «El Trebolar» y el piloto primer Teniente Martín Ignacio Bettiol, domiciliado en nuestra ciudad fue eyectado con el sistema estándar de control del Miragge.
Un peón de campo que estaba realizando labores en la torre de un molino vio como la nave se convertía en una bola de fuego.
El trabajador rural temió por su vida porque al tocar tierra el aparato envuelto en llamas se dirigía directo al lugar donde se encontraba, aunque unos metros antes giró su marcha hacia otro lugar.
Hasta el sitio se trasladaron bomberos de la localidad de Barker y Necochea, porque aunque era jurisdicción de este último distrito queda en cercanías de la localidad perteneciente al partido de Benito Juárez.
Cabe mencionar que este accidente se produjo a casi dos años de un incidente en el que perdiera la vida el primer Teniente Marcos Alberto Peretti(28), oriundo de San Francisco, provincia de Córdoba, quién falleció al caer el avión que tripulaba el primero de mayo de 2007, durante una ceremonia en la unidad de combate en conmemoración del Bautismo de fuego de la Fuerza Aérea en el conflicto del Atlántico Sur.
En su momento se había dispuesto el cese de los vuelos de estas unidades, consideradas en muchos casos como aparatos obsoletos por la enorme vida útil que poseen y también se había puesto la lupa en el mantenimiento de los aparatos. (LA VOZ DE TANDIL)