La Unión Cívica Radical de la provincia de Buenos Aires debe elegir autoridades provinciales ante el vencimiento de la actual composición del Comité Provincia y de los comités de cada distrito. Por un acuerdo entre distintos sectores, la fecha elegida para los comicios internos es el domingo 6 de octubre.
Esa fecha quedará ratificada en un plenario que la UCR bonaerense realizará el próximo martes 2 de julio. De manera tal que comienza el cronograma electoral para la sustitución en la presidencia del partido de Maximiliano Abad, quien culmina su segundo mandato y no puede ir por la reelección.
El cierre de listas para las internas será el viernes 6 de septiembre, y hasta tanto las distintas facciones del partido tendrán tiempo para cerrar acuerdos y determinar si finalmente hay o no contienda a nivel provincial por la comandancia del Comité Provincia.
Por el momento aparecen dos facciones enfrentadas, por un lado la que lidera el presidente del partido y actual senador nacional, y la otra que se referencia en el diputado nacional Facundo Manes. Ninguno de los dos puede ser el próximo presidente, Abad imposibilitado por sus dos mandatos consecutivos y el neurocirujano porque no es afiliado al partido. Por ende, en caso de enfrentamiento, ambos espacios propondrán otros nombres para el cargo principal.
No obstante, no pocos apuestan a que al final del camino se llegue a un consenso general para evitar llevar a los afiliados a las urnas (algo que igualmente no podría evitarse por el comité local en algunos distritos). Otros, en cambio ven en una interna la mejor manera de dirimir los próximos liderazgos y conducciones del radicalismo bonaerense. En el mientras tanto, la rosca está a full, con reuniones y llamados a la orden del día.
En los últimos años, la UCR de la provincia de Buenos Aires subió su perfil a partir de internas que le dieron volumen al partido y permitieron colocarlo en una mejor posición en el ya disuelto Cambiemos (y sus sucesivas denominaciones). Una marca de que el radicalismo bonaerense salió de su ostracismo no sólo son los cargos y haber logrado colocar un senador nacional después de muchos años, sino también su sede central, renovada y moderna en la capital de la Provincia.
Como se señaló, un aspecto positivo de ir a internas es que los afiliados sean quienes determinen las representaciones en un partido que hace de la democracia interna una bandera. Pero, como contrapartida, y aunque sea por cumplimiento del mandato de la Carta Orgánica, el momento social y político pone al radicalismo en la encrucijada de plantear una contienda interna en momentos donde la sociedad está en otra sintonía y espera de la política resoluciones que están muy por fuera de las cuitas intrapartidarias.
Tampoco deja de ser un foco de atención la cuestión presupuestaria. Una elección en todo el territorio bonaerense demanda de muchísimo dinero, y si hay más de una lista, con campaña electoral incluida las cifras se agrandan exponencialmente.
La Tecla