La neuquina Lucila Crexell rompió con Juan Carlos Romero y se armó un monobloque. Kueider y Espínola observan con preocupación la falta de política del oficialismo.
La vicepresidenta Victoria Villarruel no sabe si podrá juntar 39 voluntades para aprobar la ley ómnibus, como lo hizo cuando entre los libertarios, el PRO, la UCR y los bloques provinciales despojaron al kirchnerismo de la mayoría en las comisiones legislativas.
Deslizamientos en bloques aliados le complican las cuentas. En las últimas horas, se conoció la ruptura de la neuquina Lucila Crexell con la bancada Cambia Federal, liderada por el salteño Juan Carlos Romero.
La senadora va por su segundo mandato en la Cámara Alta y revalidó su cargo en 2019 de la mano de Juntos por el Cambio (JxC) pero sus ex compañeros de bloque le atribuyen cierta tendencia a la autonomía. «Ella siempre se maneja como monobloque», dijo a este medio una fuente del macrismo.
Sin embargo, el alejamiento de Crexell se produjo después que mantuviera una reunión con el gobernador neuquino Rolando Figueroa, quien ya advirtió en plena campaña electoral que no estaba de acuerdo con las declaraciones de Javier Milei sobre Vaca Muerta y participa activamente de las conversaciones de los gobernadores patagónicos para defender los recursos de sus provincias. Incluso, fue primicia de LPO en noviembre pasado la noticia sobre el apoyo de la legisladora al por entonces candidato a presidente Sergio Massa.
De esta manera, es probable que La Libertad Avanza haya perdido un voto al momento de tratar proyectos como el de la ley ómnibus.
Por otra parte, los senadores peronistas Edgardo Kueider y Carlos «Camau» Espínola también podrían esquivar un apoyo pleno a la ley de Milei. Aunque formaron parte de la mayoría de los 39 en la sesión posterior a la asunción del Presidente y fueron criticados en duros términos por el kirchnerismo, cerca de ambos dijeron a LPO que aquella postura para el reparto de las comisiones no implica un apoyo a la ley en sí mismo.
Lo mismo podría suceder con la senadora rionegrina Mónica Silva, que responde al gobernador Alberto Weretilneck; y con los santacruceños Natalia Gadano y José María Carambia, quienes ganaron la mayoría por su jurisdicción de la mano de Claudio Vidal. «Esos senadores difícilmente voten la privatización de YPF o cuestiones que afecten los intereses de sus provincias», explicó a LPO un integrante del Senado.
Si a esa lista se agregan los representantes del Frente de la Concordia Misionero, Carlos Arce y Sonia Rojas Decut, la resistencia a la ley ómnibus podría juntar 41 voluntades en su contra, contando los 33 de Unión por la Patria.
Por eso, desde el kirchnerismo creen que más allá del optimismo de Milei, la ley no tiene asegurada su sanción, en un estrecho desfiladero que puede ser la constante del mandato del libertario. «Van a tener que juntar el apoyo ley por ley», pronosticó el vocero de un senador peronista.
Incluso hasta el macrismo, aliado del gobierno, reconoce que «no se puede saber hoy cómo se construiría la mayoría necesaria porque ni siquiera se ve qué ley va a salir de Diputados».
LPO