Diez mil habitantes en el interior de Sicilia, a unos 60 kilómetros tanto de Caltanissetta como de Agrigento, con carreteras en mal estado, Mussomeli no puede prescindir de su propio hospital, el Immacolata Longo, que tras haber perdido a tres de los seis servicios especializados por falta de médicos, corría peligro de cierre.
Un riesgo que, sin embargo, parece haberse diluido gracias a Erica Moscatello, argentina y bisnieta del Che Guevara -el legendario guerrillero que luchó por Cuba- que llegó a estos distritos tras comprar una casa por la simbólica suma de un euro hace un año: fue ella quien puso la empresa sanitaria Caltanissetta en contacto con la Universidad Argentina de Rosario.
Y la relación resultó decisiva para el destino del pequeño hospital, que a partir del 1 de abril contratará al primer cirujano -una ex médica jefe de una clínica de Buenos Aires-, ganadora del concurso organizado por la ASP, ente médico.
La mujer, Laura Lator, de 37 años, ya se mudó a Mussomeli con su familia el pasado mes de febrero y tras pasar la última prueba, la prueba italiana, se pondrá a trabajar junto al jefe de cirugía que se quedó solo en el departamento por la falta de disponibilidad de médicos italianos.
Mussomeli es un lugar azotado por el viento y que alguna vez fue la residencia de ricos terratenientes.
Como huellas de esa historia quedan en los palacios nobles y en el Castillo, una fortaleza del siglo XIV construida por la familia Chiaramonte.
Doctora Lator, como dice el alcalde Giuseppe Catania, alquiló una casa e inscribió a los dos niños en la guardería, donde se integraron muy bien.
Y el interesado confirma el buen vínculo con la comunidad: «La gente me hizo sentir parte de una gran familia», dice la argentina.
Su marido, profesor de educación física, ha encontrado trabajo como monitor de pádel. La cirujana no oculta las dificultades de vivir en Argentina, donde «el sistema de salud está en crisis y los médicos están mal pagados».
Pero eso no es todo: el alcalde anuncia que en abril habrá conversaciones con otros siete médicos que han participado en la licitación.
Se trata de ortopedistas, cirujanos, especialistas en urgencias, internistas que, a su vez, precederán la llegada de los pediatras.
Y entre los ortopedistas hay otro nombre que hace referencia a otro argentino famoso en todo el mundo y nunca olvidado en Italia. De hecho, Luciano Verrone ha trabajado como traumatólogo en Boca Juniors, el equipo de fútbol en el que jugó Diego Armando Maradona al comienzo de su carrera.
Pero el hospital Mussomeli no es la única realidad de Italia donde médicos del exterior han acudido al rescate.
En Calabria, los médicos cubanos que llegaron por el Covid-19 siguen operando en la provincia de Reggio Calabria, y en breve debería llegar otro grupo.
En Molise, en cambio, llegaron en marzo de hace dos años 19 médicos venezolanos y desde entonces la relación no ha cesado gracias a nuevas disposiciones emitidas por la empresa regional de salud.
(ANSA).