domingo, noviembre 24, 2024

Internacionales

Premio tripartito Física a investigadores clima

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El premio Nobel de Física 2021 fue atribuido hoy a dos expertos en la modelización física del recalentamiento climático, el alemán Klaus Hasselmann y el japonés-estadounidense Syukuro Manabe, junto al teórico italiano Giorgio Parisi, experto en el desorden en los sistemas complejos.

El premio recompensa a estudiosos del clima mientras crece la preocupación mundial por el cambio climático, y a un mes de la COP26, la cumbre mundial del clima que se organizará en Glasgow (Reino Unido).

Manabe, de 90 años, nació en Japón pero vive en Estados Unidos, donde es meteorologista senior de la Universidad de Princeton. Hasselmann, de 89, es alemán e integra el Instituto de Meteorología Max Planck.

Ambos recibieron la primera mitad del premio -que otorga en total diez millones de coronas suecas, alrededor de 1,14 millones de dólares- «por la modelización física del clima de la Tierra y por haber cuantificado la variabilidad y predicho de manera confiable el recalentamiento global», según el jurado.

Trabajos clave de Manabe sobre el «efecto invernadero» permitieron demostrar que los niveles de CO2 en la atmósfera corresponden a la suba de las temperaturas terrestres, destacó el comité del Nobel.

En 1960 lideró el desarrollo de modelos físicos sobre el clima en la tierra y fue la primera persona en explorar la interacción entre la radiación y el traslado vertical de masas de aire.

Por su parte, Hasselmann -nacido en Hamburgo en 1931- fue reconocido por haber logrado establecer modelos climáticos confiables pese a las grandes variaciones meteorológicas.

«Creó un modelo que conecta tiempo y clima, respondiendo así a la cuestión de por qué los modelos climáticos pueden ser confiables, aunque el tiempo sea mutable y caótico», explicó la Academia Sueca.

El tercer premiado, que recibe la mitad del galardón, el italiano Giorgio Parisi, fue reconocido «por el descubrimiento de la interacción del desorden y de las fluctuaciones en los sistemas físicos de escala atómica y planetaria».

Parisi, nacido en Roma en 1948, es físico teórico en la universidad La Sapienza de la capital italiana y en el Instituto Nacional de Física Nuclear (INFN), así como vicepresidente de la Accademia dei Lincei.

Sus trabajos, afirmó el comité del Nobel, estuvieron entre «las contribuciones más importantes» a la teoría de los sistemas complejos.

La Academia Sueca de Ciencias subrayó que el premio de este año «recompensa los nuevos métodos que permiten describirlos y prever su comportamiento a largo plazo».

Parisi por su parte afirmó a ANSA que «el Nobel hubiera debido ser también para Nicola Cabibbo, lamento que la decisión de la Fundación Nobel no haya ido en esta dirección».

«El Nobel -agregó- es un reconocimiento importante para la ciencia italiana, que podría haber recibido varios Nobel en Física y otras disciplinas». En conversación con ANSA, Parisi dijo también que se siente «muy contento.

Me llamaron un poco antes y eso me asombró porque me dijeron que habitualmente estos llamados llegan después de la 11″. «Me tomó de sorpresa, pero cuando vi que el número empezaba con 4, de Europa del norte, me dije: ‘Puede ser que sea'».

Aunque al principio temí que fuera una broma, pero luego fue claro que no lo era». Parisi es el 21 italiano en ganar el Nobel y el sexto en obtener el de Física. El último italiano en recibir un Nobel fue Mario Capecchi, premiado en Medicina en 2007.

Es un «día histórico» para Italia, dijo la ministra de Universidades, Maria Cristina Messa, en tanto el ministro de Exteriores, Luigi Di Maio, felicitó a Parisi, afirmando que «Italia desde hoy tiene un motivo más para estar, orgullosamente, en el centro del mundo».

En 2020 fueron premiados en Física el británico Roger Penrose, el alemán Reinhard Genzel y la estadounidense Andrea Ghez, por sus investigaciones sobre los «agujeros negros».

El lunes recibieron el Nobel de Medicina los norteamericanos David Julius y Ardem Patapoutian, cuyos trabajos sobre el tacto y los receptores sensoriales abrieron el camino en la lucha contra los dolores crónicos.

Debido a la crisis sanitaria, por segundo año consecutivo los ganadores recibirán el premio en sus países de residencia, si bien aún no se descartó por completo la posibilidad de entregar en Oslo, como cada año, el premio Nobel de la Paz.(ANSA).