viernes, noviembre 29, 2024

Opinión

Jueza Manis: debe haber indignación y reacción social

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Por Miguel Abálsamo

Es la historia de dos hermanitas necochenses.

A los seis meses y tres meses de vida las toman en adopción (recibían mal trato de su madre adicta a estupefacientes) dos familias locales, ambas de clase media, en el primer caso la familia (Barrio Médanos) la recibe como una hermana más de sus hijas naturales, y en el caso de la segunda, señora de la villa balnearia (comerciante rubro hotelería) la recibe emocionada.

Pasan tres años (sin que el Juzgado de Familia a cargo de la Jueza Alejandra Manis, haya dispuesto en algún momento visitar las casas donde habitan ambas niñas hermanas.

Imprevistamente decide la «justicia» o «injusticia» en forma sorpresiva, la devolución a su madre, algo que realiza en uno de los dos hogares mencionados, aunque sigue adelante para conseguir los dos objetivos.

La menor de tres años es devuelta a su madre, lapso donde la señora de la villa balnearia que la crio como su hija, con profundo amor y dedicación ni siquiera pudo visitarla.

Hace unos días la niña apareció golpeada y con signos de abuso sexual…

Nuevamente tomo posesión de la misma el Juzgado a cargo de la Jueza ALEJANDRA MANIS, y ahora fue depositada en un Hogar de Transito.

Esto indigna.

Debe haber una indignación colectiva y una reacción social.

¿QUÉ HACEN NUESTROS DIRIGENTES POLÍTICOS?

Silencio ante estos casos.

O sólo discuten armados de listas, cargos partidarios o quien se luce más en una discusión apasionada.

¿NO TENDRÍAN QUE INTERVENIR O AL MENOS INMISCUIRSE EN ESTOS CASOS?

Que no son los únicos que suceden en este Juzgado.

Niñas que son sacadas de hogares con formación educacional, alimentación apta, necesidades cubiertas, una familia constituida, para devolvérsela a una madre que golpea, con la peligrosidad que esto conlleva en la vida de la niña.

¿Qué responde la Justicia?

¿No tiene nada que decirle a la sociedad la Jueza Alejandra Manis y su equipo del Juzgado de Familia?

Después queremos una sociedad mejor, la igualdad de oportunidades, niños sanos para convertirse en adolescentes con futuro.

¿Qué estamos haciendo…?

La sociedad no puede permanecer impávida.

La dirigencia política mucho menos.

Y nosotros, que tenemos la oportunidad de llegar con el periodismo a la ciudadanía, no detenernos ante estos casos, y no dejarlos en el abandono de la memoria.