Luego de conocerse la resolución judicial sobre la cuota capital de la Usina Popular Cooperativa, comienza la necesidad de buscar una solución para evitar la quiebra de la entidad.
Si se aplicara taxativamente la decisión judicial, la UPC debería presentar la quiebra y comenzar a liquidar sus activos y estaría indefensa ante el avance empresas privadas.
La cuota capital siempre fue una discusión, que las autoridades respectiva no supieron y no pudieron resolver hasta llegar a esta situación que de acuerdo a la ley, es lógico que suceda.
Sin embargo, sin esa cuota capital la Cooperativa habría desaparecido hace años, ante la negligencia de los distintos gobiernos provinciales que nunca atendieron los pedidos para permitir aumentos controlados de las tarifas.
Se podrían haber buscado alternativas por parte de las autoridades de la entidad, que aprobara a través de una asamblea de asociados una financiación especial que suplantara la cuota capital, que a la larga iba a judicializarse y perderse como sucedió.
La ley es clara en cuanto a la implementación de la cuota capital. Debe tener un objetivo específico y un período concreto de aplicación.
Si la justicia exigiera la devolución de los montos cobrados a los asociados por la cuota capital será la defunción de la Cooperativa.
Ahora, las actuales autoridades, deberán convocar a una asamblea de asociados, y solicitar que los mismos, desistan de cobrar esos montos y reestructurar la cuota capital y convertirla en aportes solidarios.
No queda tiempo, para salvar a la Cooperativa, porque si la distribución eléctrica de Necochea cayera en manos privadas, sería una derrota ciudadana y un costo imposible de abonar al convertirse en un monopolio privado sin participación ciudadana.