En parte de Europa el 10 de marzo es el Día de los Polinizadores. ‘El Periódico Verde’ se suma a dicha conmemoración explicando que son y porque debemos protegerlos.
¿Qué es un polinizador?
La polinización es el acto mediante el cual las plantas se fecundan y fertilizan. Dado que la enorme mayoría de las plantas apenas tienen movimiento, la Naturaleza ha encontrado la manera de solucionar el traspaso de polen de un individuo a otros empleando vectores de transporte, es decir animales llamados polinizadores.
Las flores tienen dos órganos reproductores: el masculino llamado estambre y el femenino denominado estigma. Para lograr la fecundación de una planta es necesario que el polen que se genera en los estambres de una planta llegue a los estigmas de otra diferente, con el fin de asegurar la variedad genética y la supervivencia.
Los polinizadores son todos aquellos animales que se sienten atraídos por las flores de una planta y al acercarse a ella se impregnan de polen. Cuando cambian de flor trasladan dicho polen y acaban depositándolo en otra flor, completando el ciclo de fecundación y permitiendo que se generen frutos y semillas, que aseguraran la proliferación de la especie.
Las plantas emplean diferentes “trucos” para atraer a los polinizadores. El más conocido es el de proveerles de néctar, una sustancia dulce que además contiene muchos nutrientes, a cambio de obtener dicho liquido los intrusos se llenan de polen y lo llevan a otras flores, cerrando el ciclo reproductivo.
Otras veces las flores atraen a los polinizadores con aromas específicos que les resultan irresistibles, con la producción de ciertas sustancias similares a las feromonas y hasta adoptando la forma de las hembras de la especie del polinizador, con lo que hacen que el macho se confunda y buscando copular sirva de instrumento reproductivo a la planta. También hay polinizadores casuales que cumplen con el rol por ejemplo al esconderse de un predador.
Si bien la gran mayoría de las plantas necesitan de agentes polinizadores, hay excepciones a la regla. La soja no necesita polinizadores, otras plantas se valen del viento para que transporte el polen y en algunos casos como es el caso de las fresas, pueden fructificar sin ser polinizadas, pero su reproducción es más lenta y la cantidad de frutos es sensiblemente menos.
Ello explica el importante rol que cumplen los polinizadores, puesto que, si no existieran o se extinguieran, con ellos desaparecerían gran arte de las plantas que sirven de alimento a la mayor parte de la población mundial. La desaparición de los polinizadores significaría para el ser humano el comienzo de su propio fin, por mera inanición.
Principales polinizadores
Abejas melíferas silvestres
Son los polinizadores por excelencia. Para hacerse con el néctar que luego transforman en una variedad de productos en sus colmenas, las abejas nativas de cada lugar son las responsables del mayor porcentaje de polinizaciones en una gran variedad de plantas de su entorno, ya sean cultivos, ornamentales o silvestres. Sin abejas casi no habría manzanas, cerezas, arándanos o naranjas.
Abejas melíferas gestionadas
Estas abejas (generalmente de la especie europea o Apis mellifera) se crían en colmenas gestionadas por el ser humano y su cometido es actuar como polinizadores, al servicio de la industria agrícola. Los apicultores trasladan las colmenas a ciertas áreas, para que cumplan con su función. Estas abejas han proliferado por culpa de la muerte masiva de las especies silvestres, a causa de los pesticidas, herbicidas y demás agentes químicos contaminantes.
Abejorros
Las abejas melíferas no salen de sus colmenas con mal tiempo (nublado o lluvioso), en cambio los abejorros siempre están dispuestos a polinizar flores, a cambio del sabroso néctar. Por ello muchos apicultores crían abejorros comercialmente para polinizar ciertos cultivos, ya sea al aire libre como dentro de invernaderos.
Mariposas y Polillas
Si bien no son tan eficientes como las abejas melíferas, las mariposas polinizan gran cantidad de flores durante el día y las polillas lo hacen con las floraciones nocturnas. Estos lepidópteros poseen un aparato bucal llamado espiritrompa, que consiste en un tubo que se enrolla sobre sí mismo y que les sirve para recoger el néctar. En el proceso llevan consigo polen de flor en flor.
Otros insectos
Avispas, moscas, escarabajos y algunos mosquitos actúan como polinizadores. En ciertos casos es porque les gusta el néctar de las flores, aunque este no sea su principal alimento, pero la avispa de papel o las del género sphecidae no son capaces de sobrevivir si no se alimentan de néctar y polen.
Aves y mamíferos
Los colibríes son las aves polinizadoras por excelencia, ya que se alimentan del néctar de las flores de su entorno y muchos son polinizadores exclusivos de algunas especies. Varias especies de murciélagos, de primates y de ardillas, también cumplen roles fundamentales a la hora de polinizar.
¿Qué hacer para proteger a los polinizadores?
Para preservarlos y protegerlos, resulta fundamental cuidar el hábitat de los polinizadores, para lo que se aconseja que en las explotaciones agrícolas se mantengan parcelas de plantas nativas que les acojan. También es importante brindarles cobijo, fuentes de agua y ofrecerles variedad de flores todo el año.
Pero lo fundamental es acabar con las aplicaciones de pesticidas químicos, responsables de la muerte de millones de polinizadores cada año, a un ritmo tan feroz, que, si no se logra revertir esta situación, en pocos años no quedarán abejas en el mundo y el número de polinizadores descenderá sin remedio, con nefastas consecuencias para la naturaleza.
Por Sandra MG para ‘El Periódico Verde’