El partido se disputará desde las 17 y el equipo de Scaloni llega después de ganarle a Ecuador por un gol de penal de Lionel Messi.
El seleccionado argentino visitará este martes a Bolivia, un equipo atravesado por una crisis institucional y futbolística, en la altura de La Paz con la idea de despejar las dudas del debut y afirmarse en el camino hacia el Mundial de Qatar 2022.
El partido correspondiente a la segunda fecha de las Eliminatorias Sudamericanas se disputará desde las 17 en el estadio Hernando Siles de la capital boliviana, ubicada a poco más de 3.600 metros de altura sobre el nivel del mar, con arbitraje del peruano Diego Haro y transmisión de la TV Pública y TyC Sports.
Luego del debut con triunfo sobre Ecuador por 1-0, con gol de penal de Lionel Messi en La Bombonera, Argentina cerrará la primera doble fecha del año en la temida altura de La Paz con la intención de mejorar el funcionamiento del debut y volver a sumar para el objetivo de la clasificación.
Bolivia fue goleado por Brasil (5-0) en San Pablo y en medio de una profunda crisis institucional y futbolística buscará recomponer la imagen en casa, sin la presencia de público por la pandemia de coronavirus.
Un triunfo en un escenario históricamente adverso para Argentina serviría como espaldarazo para un equipo que necesita dejar atrás la etapa de recambio y conformar una identidad.
La última victoria de Argentina en La Paz lo tuvo como protagonista a Lionel Scaloni como jugador y fue en marzo de 2005 por 2-1 en el marco de la clasificatoria al Mundial de Alemania 2006.
El presente del combinado de Bolivia es caótico y la esperanza de un buen resultado se aferra cada vez más a los efectos que la altura puede provocar en los visitantes.
Por la gran diferencia de jerarquía que existe entre ambos equipos no debería haber equivalencias en el juego pero Lionel Messi y compañía deberán romper con el factor altura para transformarlo en un resultado positivo.
Para afrontar esta difícil misión, Scaloni cambió el habitual ritual de viajar a La Paz el mismo día del partido y decidió que la delegación se instale por dos noches.
Con respecto al ajustado triunfo del jueves, el joven entrenador nacional analiza introducir dos cambios en el equipo.
En la defensa, Juan Foyth, quien fue transferido a Villarreal, de España, para tener la continuidad que había perdido en Tottenham, ingresaría por Gonzalo Montiel.
El ex Estudiantes de La Plata, habitual zaguero, le rindió a Scaloni en el lateral derecho durante la Copa América pero también genera dudas su inactividad dado que la última vez que completó un partido oficial fue el 11 de diciembre pasado.
El otro cambio será por Marcos Acuña, quien debió ser reemplazado ante Ecuador por una molestia muscular y no llegó a recuperarse.
Las opciones para entrar podrían ser Exequiel Palacios como volante «interno», Eduardo Salvio por derecha o en caso de elegir un extremo podrían ser Alejandro Gómez, también de buena pegada de afuera del área, o Joaquín Correa.
En ofensiva seguirán Lautaro Martínez y Messi, quien buscará convertir su primer gol en su tercera aventura en La Paz.
El capitán estuvo en el 1-6 de 2009 bajo la conducción de Diego Maradona y también jugó en el empate 1-1 con el equipo de Alejandro Sabella en 2013.
Bolivia, por su parte, presentará un equipo distinto al que jugó el viernes en San Pablo ya que el entrenador venezolano preservó a tres de los únicos cinco futbolistas citados que no juegan en equipos bolivianos: el histórico delantero Marcelo Martins, segundo máximo goleador de la selección, Alejandro Chumacero y el joven atacante Jaume Cuéllar, quien a pesar de sus 19 años ya juega en el fútbol italiano (SPAL, serie B) y se prepara para debutar en la «Verde».
La crisis institucional en la Federación Boliviana tras el fallecimiento del presidente César Salinas por coronavirus en julio pasado también afectó las pocas opciones de jugadores convocables que tenía Farías ya que por un conflicto político Bolívar, The Strongest, Oriente Petrolero y Jorge Wilstermann fueron algunos de los clubes que se negaron a ceder a sus futbolistas.
El venezolano Farías asumió en septiembre del año pasado luego de la Copa América de Brasil y además del complicado objetivo de llevar a Bolivia a un Mundial luego de 28 años también buscará cortar una racha de tres años sin victorias en partidos oficiales siendo que el último festejo fue en 2017 por las eliminatorias a Rusia 2018 cuando derrotó a Chile por 1-0 en La Paz.