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Por Horacio Castelli

Esta definición la sostengo desde hace mucho tiempo, y paso a argumentar el por qué de esta posición.

Un Ente descentralizado, tiene muchas imposibilidades, muchas restricciones para desarrollar tareas.

Debe abocarse a la promoción turística de la ciudad, no puede realizar obras que beneficiarían al sector.

Tiene gastos administrativos que absorben gran parte de los recursos, que podrían volcarse a obras necesarias.

Es una estructura más dentro del Municipio, anexa a este, que provoca una ampliación de personal innecesario.

Una dependencia municipal, con la estructura de un Consejo Consultivo, realizaría actividades más amplias.

El control del Concejo Deliberante se mantiene y en muchos casos se profundiza y se lograrían proyectos más abarcativos.

El ENTUR no agiliza las realizaciones, porque tiene muchas trabas legales y controles provinciales.

Estos controles ya existen en las dependencias municipales, lo que no logra mayor transparencia.

La imposibilidad de que se puedan usar los fondos, para emprender obras es un limitante demasiado importante.

Las actividades que se han desarrollado, las puede hacer sin problemas una dependencia municipal.

Incluso, serían más ágiles las articulaciones entre cada dependencia por que todas tendrían el mismo rango.

En definitiva, el ENTUR es un gasto inútil donde se pierden recursos valiosos que se necesitan para el turismo.