El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, advirtió este martes en la ONU que Nicolás Maduro puede ser «derrocado muy rápidamente» por militares y anunció nuevas sanciones contra la esposa del mandatario venezolano y sus más estrechos colaboradores.
El gobierno de Maduro «es un régimen que francamente podría ser derrocado muy rápidamente por los militares si los militares deciden hacer eso», dijo Trump a periodistas en la sede de la ONU, antes de una reunión bilateral con el nuevo presidente de Colombia, Iván Duque.
Trump se burló de los soldados venezolanos que se dispersaron corriendo tras un ataque con dron durante un desfile militar el 4 de agosto en Caracas, que según Maduro buscaba matarle.
«¿Vieron cómo se fueron los militares apenas oyeron que explotaba una bomba encima de sus cabezas? Esos militares se estaban escapando para cubrirse. Eso no es bueno», dijo.
Poco antes, en su discurso ante la Asamblea General de la ONU, Trump deploró la «tragedia humana» que vive Venezuela, que hace pocos años era «uno de los países más ricos de la Tierra» y hoy está «arruinada» por el socialismo, con su pueblo viviendo en «abyecta pobreza».
«Pedimos a las naciones reunidas aquí que se unan a nosotros en el llamado a la restauración de la democracia en Venezuela», indicó el jefe de la Casa Blanca, que catalogó la situación de Venezuela de «inaceptable».
– «Un intento de intimidación» –
El vicepresidente estadounidense Mike Pence lanzó asimismo una advertencia a Caracas.
«Hay informaciones de prensa hoy de que el régimen de Maduro movilizó tropas militares a la frontera con Colombia, un esfuerzo obvio de intimidación», tuiteó Pence.
«Déjenme ser claro: Estados Unidos siempre estará con sus aliados. El régimen de Maduro haría bien en no poner a prueba la resolución del presidente de Estados Unidos o del pueblo estadounidense», alertó.
Pence también aseguró en Twitter que «cada día que Maduro se aferra al poder, unos 5.000 venezolanos dejan sus hogares para escapar la tiranía de ese régimen».
Según una agencia de la ONU, unos 2,3 millones de venezolanos viven en el exterior. De esa cifra, unos 1,6 millones han emigrado desde 2015, al recrudecer la crisis y escasear la comida y los medicamentos.
– Duras sanciones –
Estados Unidos impuso este martes más sanciones contra allegados del círculo íntimo de Maduro: la primera dama, Cilia Flores; la vicepresidenta, Delcy Rodríguez, el ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, y el ministro de Defensa, Vladimir Padrino López.
«No se metan con Cilia. No se metan con la familia ¡No sean cobardes! (…). Su único delito: ser mi esposa. Como no pueden con Maduro, van contra Cilia. Y tampoco van a poder contra Cilia, porque Cilia es una mujer aguerrida», respondió Maduro desde Caracas.
Las autoridades estadounidenses también anunciaron acciones contra una red que apoya a un supuesto testaferro del líder chavista Diosdado Cabello en Estados Unidos y embargó un avión privado de 20 millones de dólares.
En la ONU, el canciller venezolano, Jorge Arreaza, acusó a Trump de aprovechar el podio de la ONU para promover la desestabilización de Venezuela con fines electorales.
En rueda de prensa en la ONU, denunció una «estrategia planificada» de Estados Unidos para promover «un cambio de régimen» en Venezuela y dijo que al hacerlo Trump busca captar votos para las elecciones de medio mandato en Estados Unidos, que se celebran el 6 de noviembre.
– Creciente inquietud regional –
Colombia, que recibió más de un millón de inmigrantes venezolanos en los últimos años, impulsó en la ONU la creación de un fondo humanitario de emergencia para hacer frente al éxodo.
Tras una reunión inaugurada este martes por Duque y Pence a la cual asistieron países donantes, instituciones financieras como el Banco Mundial, el BID y la CAF, agencias de la ONU y países receptores de migrantes, Pence anunció que Estados Unidos otorgará a ese fondo 48 millones de dólares adicionales «para enfrentar la crisis humanitaria».
Los cancilleres del Grupo de Lima, que buscan una solución democrática a la crisis en Venezuela, también se reunirán esta noche en la sede de la ONU para discutir la situación.
Argentina, Colombia, Perú, Chile y Paraguay anunciarán asimismo este miércoles el envío de una carta a la fiscalía de la Corte Penal Internacional en la que pedirán que se investiguen crímenes de lesa humanidad cometidos por el gobierno venezolano.
Varios presidentes de la región mencionaron la crisis venezolana en su discurso ante la asamblea.
El presidente de Ecuador, Lenín Moreno, pidió «una acción continental» por Venezuela, cuestionando implícitamente al gobierno de Maduro por provocar lo que describió como «la mayor diáspora de la historia» de América.
El presidente brasileño, Michel Temer, destacó la acogida de «todas» las decenas de miles de inmigrantes venezolanos que llegaron a su país «en busca de condiciones dignas de vida».
El presidente argentino, Mauricio Macri, dijo que dada la gravedad de la violación de los derechos humanos de los venezolanos por parte de su gobierno «Argentina llevará a la CPI los crímenes de lesa humanidad de la dictadura venezolana» y recordó que Argentina ha acogido a 130.000 inmigrantes venezolanos.