Italia encendió alarmas en la UE con sus resultados en las elecciones parlamentarias, con fuerte avance de la postura euro-escéptico con el Movimiento 5 Estrellas como el partido más votado, avance de la xenófoba Liga del Norte y un abrupto retroceso de la centroizquierda.
Aunque no son aliados el M5S de Beppe Grillo y la ultra-nacionalista Liga del Norte se encaminaban a conquistar casi la mitad de las bancas del Parlamento, en medio del retroceso del Partido Democrático (PD, centroizquierda) y también de Forza Italia, la legendaria agrupación de centroderecha del veterano Silvio Berlusconi.
La mayoría absoluta en Diputados es de 316 bancas, y las proyecciones entregaban 215 para M5S, 245 para la centroderecha y 135 para fuerzas europeístas. En el Senado, sobre un total de 158 bancas, unas 112 eran para el movimiento de Grillo, 134 de la centroderecha y 54 para el PD y fuerzas pro UE.
La tendencia, difícilmente reversible, emergía cuatro horas después del cierre de la votación y escrutadas el 36% de las mesas electorales.
Las elecciones parlamentarias de Italia decretaban que no hay fuerza capaz de formar gobierno por sí sola, pues nadie cruzaba el umbral crucial del 40% de los votos, según los resultados preliminares. Pero en la negociación que se abrirá ahora, el M5S y la Liga del Norte (Lega Nord) tendrá peculiar fortaleza, lo que ensombrece las miradas progresistas y europeístas, especialmente desde Bruselas.
La jornada entregó enormes respaldos al antisistema Movimiento 5 Estrellas (M5S) y mostró un avance de la centroderecha, una coalición en la que la fuerza de Berlusconi quedó desplazada de la hegemonía.
La alianza de centroderecha, aglutinada en torno a la figura del tres veces premier Berlusconi se perfilaba como la agrupación con más escaños, mientras que la de centroizquierda, encabezada por el PD de otro es primer ministro, Matteo Renzi, evidenciaba un fuerte retroceso.
No hubo grandes sorpresas, los sondeos preliminares habían mostrado ese mapa, incluso hoy el M5S, que nació como una agrupación de seguidores del cómico Grillo, se confirmó como el partido en solitario más respaldado. Luigi Di Maio, de 31 años e hijo de un militante de extrema derecha, despuntaba como el eventual premier, de la formación de Grillo, auque su fuerza no podrá armar gobierno en soledad.
Fuerte viento en popa para el M5S en Diputados (32,5% de los votos, según las primeras tendencias del escrutinio), mientras el PD lucía escuálido, sin poder llegar siquiera al 20% con un 19,1%.
Dentro de la coalición de centroderecha, la temible Liga del Norte (16%) se imponía por primera vez a Forza Italia (14,6%) de Berlusconi, y también al IED o Hermanos de Italia (4,2%) en base a las proyecciones del recuento oficial.
Este era el resumen de los resultados provisorios de la votación de las elecciones parlamentarias, tras la computación del 16% de los colegios electorales.
En relación al Palazzo Madana (Senado), la coalición de centroderecha estaba a la cabeza con el 36%, el M5S sumaba un 32,2% mientras que la coalición de centro-izquierda se situaba en el 23,4%.
La alianza de centro derecha está integrada por el partido de Berlusconi Forza Italia -al decir de los resultados parciales en retroceso-, la ultraderechista Liga de Matteo Salvini, los post fascistas Hermanos de Italia de Giorgia Meloni y el centrista Estamos con Italia.
Por otro lado, la centro izquierda concurre en coalición liderada por el gobernante PD e incorpora al movimiento pro europeo Más Europa, favorable a la migración, y dos agrupaciones centristas menores. Los votantes les restaron apoyos.
Se abre ahora un ciclo de negociación política, habitual en el país, que podría transitar por un tembladeral de meses, que no es nuevo ni asusta.
De hecho, después que Berlusconi fue apartado del poder anticipadamente en 2011, Italia tuvo un Ejecutivo técnico, el de Mario Monti (desde noviembre de ese año hasta abril de 2013), luego una elección que anticipó tres gobiernos de alianzas y combinaciones intrincadas entre el PD y formaciones de centroderecha: el de Enrico Letta (hasta febrero de 2014), el de Matteo Renzi (hasta diciembre de 2016) y, finalmente, el actual de Paolo Gentiloni. (ANSA).