La situación, especialmente en la cuenca del Salado, podría producir una menor preñez y elevada mortandad de animales. También consideraron la posibilidad creciente de que aumenten los precios al consumidor. El 60% de la hacienda bonaerense está en zonas llenas de agua.
Las consecuencias de las inundaciones se manifiestan en diferentes planos, evidenciando una grave situación por la que atraviesan varios distritos de la Provincia de Buenos Aires.
En este sentido, la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y la Pampa (CARBAP) hizo saltar las alarmas con respecto al abastecimiento de carne en los próximos meses si la situación no mejora.
La organización consideró que el ganado permanece aún en zonas anegadas por las aguas, lo que podría derivar en una escasez de carne en la provincia en un lapso de seis meses.
El informe de la entidad agropecuaria advierte que el 60% de la hacienda bonaerense está en zonas llenas de agua. «Las vacas están pariendo y va a haber consecuencias: elevada mortandad de terneros y menos preñez», aseguraron.
El efecto directo de esta situación, sostiene CARBAP, será un aumento en el precio de la carne y una mayor escasez en el mostrador, recalcando el potencial impacto que amenaza al rodeo ganadero en territorio bonaerense, con 12 de las dieciocho millones de cabezas en zonas inundadas.
La entidad indicó, además, que la situación en la que se encuentra la cuenca baja del Salado tendrá un impacto negativo en la tasa de destete del próximo año, con una posible afectación en el nivel de preñez del ganado en 2018 y una merma de la producción de terneros hacia el año 2019.
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