En la investigación de la masacre de Rambla, se asoma con prepotencia la figura de Abdelbaki Es Satty, el imán marroquí de Ripoll, de cuarenta años, sospechado de ser el líder de la célula yihadista que desencadenó el terror y la muerte en Barcelona y en Cambrils.
La policía revisó durante tres horas esta mañana su departamento, en el centro de la hasta ayer muy tranquila localidad de los Pirineos, insospechada cuna de la sangrienta banda de jóvenes terroristas. Ahora Ripoll es un avispero, invadido por la policía y los servicios secretos en busca de pruebas e indicios. De esa comuna, cerca de la frontera francesa, hasta ahora célebre por su magnífico monasterio románico, vinieron 10 de los 12 miembros de la célula. Todos marroquíes, como Es Satty.
Los investigadores sospechan que el imán salafita es uno de los miembros de la célula, acaso el líder e ideólogo. Podría haber sido él el responsable del rápido adoctrinamiento de los jóvenes marroquíes de Ripoll, algunos de ellos de sólo 17 o 18 años. Es Satty llegó a Ripoll hace dos años. En la localidad de 10 mil habitantes hay una fuerte comunidad marroquí, el 10 por ciento de la población. El rol del imán es de gran influencia.
A su acción podría deberse el rápido cambio de actitud que, según varios amigos, habrían sufrido los jóvenes acusados de ser parte del grupo yihadista.
Desde hace meses la célula estaba preparándose para atacar. El plan A preveía al parecer un gran atentado contra la Sagrada Familia de Barcelona.
La policía no descarta que sean de Es Satty los restos biológicos encontrados en el nido de Alcanar tras la explosión que lo destruyó el miércoles a la noche, probablemente debida a una fallida manipulación de los explosivos que los terroristas estaban preparando. El accidente causó dos muertos y un herido, ahora arrestado.
Y obligó a los terroristas a cambiar de planes. Los investigadores recogieron muestras biológicas en el apartamento de CarrerSant Pere de Ripoll, que el imán compartía con un coinquilino, para determinar, a través de un examen de ADN, si coinciden con los restos humanos dejados desde la enorme explosión de Alcanar. En los escombros de la guarida, se encontraron huellas del triperóxido de triacetona (TATP), el explosivo del ISIS llamado «la madre de Satán» por su alta volatilidad, que ya provocó numerosos «accidentes de trabajo» entre terroristas. Como probablemente haya sucedido en Alcanar.
Su coinquilino refirió haberlo visto por última vez el martes pasado.
El imán le habría dicho que estaba partiendo para las vacaciones en Marruecos, donde tiene mujer e hijos. Luego desapareció. «No pensé nunca que pudiera hacer una cosa así, nunca. Era una persona como tantas. Una persona común -contó a Sky Tg24 el coinquilino Nordine el Hagi-. No notó nunca comportamientos extraños o sospechosos. No sé dónde se encuentra ahora, lo vi la última vez la mañana del miércoles. Vivíamos en la misma casa, pero teníamos horarios distintos».
También los responsables de la comunidad musulmana «Annur», a la que pertenecía el religioso, describieron a El Satty como una «persona tranquila, a veces esquiva».
«Había anunciado en junio que iría de vacaciones a Marruecos por tres meses. Desde entonces, la mezquita está sin imán», dijeron, y confirmaron que algunos de los atacantes de Barcelona y Cambrils «frecuentaban la mezquita, pero luego también ellos no se vieron más». (ANSA).