Somos un grupo que se formó en la Acanyq y deseamos seguir haciendo “ambientalismo” más allá de las reuniones de la Asamblea.
Podríamos decir quizá sin exagerar que el mundo, tal como está hoy, nos resulta en gran medida insoportable. Vemos que la extraordinaria capacidad de los seres humanos para crear medios que hagan de nuestra vida un camino más confortable y seguro, se acompaña de una idénticamente extraordinaria irracionalidad – impulsada por una patológica manía por acumular dinero- que parece conducir a nuestra especie a su autodestrucción. Como saldo de esta combinación entre nuestros impulsos destructivos y de creación –es evidente que unos son tan “humanos” como los otros, mal que nos pese- tenemos hoy un confort al que solo acceden unos muy pocos (y con todo derecho hay quienes podemos encontrarlo “injusto”), y una seguridad que para los que creen que la poseen en algún sentido, es solo una ilusión: la seguridad es la de saber que nuestra vida y la de nuestros afectos, continuará.
La contaminación ambiental es una atemorizante cuestión, pero el Medioambiente (palabra que nos rehusamos a escribir separada como todos lo hacen “Medio Ambiente”) también está compuesto por los factores que hacen al “clima” general de la vida comunitaria con todas sus particularidades: entendemos que el ambientalismo implica desde la contaminación de nuestro río Quequén, hasta la nostalgia de dormir “con la puerta de la calle abierta”. Por eso aprendimos que no se puede hacer ambientalismo sin ubicar la discusión en términos sociopolíticos y económicos y dedujimos que solo lejos del ejercicio del poder podemos pensar libremente y así, conservar nuestra perspectiva y sensibilidad (siempre teniendo como meta obtener la lucidez del panorama, para actuar con eficacia).
Creemos, como el reconocido economista “Fritz” Schumacher, que “Lo pequeño es hermoso” (y lo enorme –Ponal y todo lo que hay detrás, Botnia o cualquier multinacional- es siniestro, e innecesario). Admiramos la lucha del Grupo de Reflexión Rural. Estamos convencidos de que es imprescindible recuperar los valores comunitarios viviendo “con el otro” y no “a pesar de él”. Como tantos otros grupos de nuestros días, creemos más valioso avanzar “preguntando” antes que “respondiendo”; afrontamos el desafío de reunirnos para “pensar juntos y producir juntos”, y como si se tratara de una recompensa por nuestro valor, algo en esto de encontrarnos nos produce profunda alegría cada vez. Vale aclarar que no somos como uno de esos “melancólicos” que encuentran en causas habitualmente consideradas “quijotescas” o en “la utopía”, el universo perfecto en el que dar a su existencia razones para el “lamento eterno”, sino que por el contrario, nos maravilla el fenómeno de la vida -concebida también como “vida en comunidad”- y deseamos firmemente promoverlo y defenderlo frente a su degradación. Tenemos esperanzas, nos habilitamos a “decir” porque no tenemos por qué aceptar lo inaceptable, y audazmente nos permitimos algo fundamental: pensar diferente. ¡Sumate al grupo!.
LA ACANYQ, Asamblea Ciudadana Ambiental de Necochea y Quequén.
La Acanyq hasta ahora no consiguió que se fuera Ponal Group, la planta cuyo repudio impulsó su fundación. Y en un tiempo donde el éxito se mide en función del mero “resultado”, es fácil pensar que la Acanyq fracasó. Sin embargo, sería interminable la enumeración de logros desde aquel emocionado 18 de marzo de 2007. La Acanyq cobrará vida cada vez que alguien la necesite y la convoque y nuestro sitio Web seguirá ofreciéndose, como surgiera espontáneamente desde su inicio, para la difusión de sus contenidos.
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