Veintinueve personas resultaron heridas a raíz de una fuerte explosión en Nueva York, estallido que según el alcalde de la ciudad, Bill de Blasio, fue provocado por «un acto intencional», aunque no está vinculado al terrorismo.
Una de las 29 personas heridas se encuentra en condiciones críticas, precisaron fuentes locales. La explosión generó de inmediato el temor de atentados o provocaciones en el medio de la campaña elecotoral para las elecciones presidenciales en Estados Unidos.
El estallido tuvo lugar por otra parte mientras a Nueva York siguen llegando, o ya han arribado, los líderes de decenas de países en vista de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
A la ciudad llegará también el presidente Barack Obama, que en el momento de la deflagración se encontraba en Washington en una cena del «Congressional Black Caucus Foundation» en honor de la candidata Demócrata a la Casa Blanca, Hillary Clinton.
El estallido tuvo lugar alrededor de las 20,30 (hora local) en el barrio de Chelsea, en el corazón de Manhattan, entre la 23/a calle y la Séptima Avenida.
En un primer momento nadie comprendió lo que había ocurrido. El único dato cierto era que numerosos vehículos de la policía y de los bomberos, además de las ambulancias, llegaron al lugar.
Luego la zona quedó completamente aislada entre la Quinta y la Octava Avenida, mientras algunas líneas de la metro del área dejaron de circular.
Mientras, fueron llegando también los agentes del FBI y los expertos del ministerio del Interior. Según se dijo en ese momento, el artefacto había estallado cerca, o dentro, de un contenedor para la basura.
Por la mañana del sábado había por otra parte estallado un artefacto según parece similar al de Chelsea a lo largo del recorrido de una carrera pedestre de beneficiencia en el Seaside Park, New Jersey. No hubo heridos, o muertos, solamente porque la largada de la carrera fue retrasada.
El alcalde de Blasio descartó de todos modos posibiles vínculos entre ambos eventos. El comisario de la policía neoyorquina, James O’Neill, dijo a su vez que «por el momento se desconocen las razones precisas del estallido».
Tanto Hillary Clinton como Donald Trump hicieron declaraciones precisando que estaban a la espera de tener informaciones más precisas. Ambos utilizaron de todos modos la palabra «bomba», a la que no se habían en cambio referido los expertos en las primeras horas de las investigaciones. (ANSA)
