La Madre Teresa de Calcuta, emblema de la caridad y los pobres, fue proclamada santa este domingo por el papa Francisco en una ceremonia multitudinaria en el Vaticano.
La ceremonia fue celebrada en la plaza de San Pedro ante más de 120 mil personas, según fuentes oficiales de la oficina de prensa vaticana, religiosos y autoridades de todos los continentes.
Francisco elogió su labor «en defensa de la vida humana», al asegurar que hizo «sentir su voz a los poderosos de la tierra para que reconocieran sus culpas ante los crímenes de la pobreza creada por ellos mismos».
En la homilía el Papa destacó de la madre Teresa que durante toda su vida estuvo «a disposición de todos por medio de la hospitalidad y la defensa de la vida humana, tanto la no nacida como la abandonada y descartada».
El pontífice pronunció la fórmula de canonización en latín y de inmediato inscribió en el orden de los santos a madre Teresa, nacida con el nombre de Gonxha Agnes Bojaxhiu (1910-1997). Un largo aplauso recibió la proclamación de Madre Teresa. Fue un momento de fuerte conmoción para los miles de fieles congregados en plaza San Pedro.
Había muchos peregrinos procedentes de distintas diócesis italianas, pero también de España, India, Polonia, Albania, Kosovo y otros países del mundo.
«Hoy, dijo Jorge Bergoglio en la misa de canonización con énfasis, entrego esta emblemática figura de mujer y que consagro a todo el mundo del voluntariado: ella sea vuestro modelo de santidad».
«Que esta incansable operadora de misericordia nos ayude a comprender cada vez más que el único criterio nuestro de acción es el amor gratuito, libre de toda ideología y de todo vínculo y dirigido hacia todos sin distinción de lengua, cultura, raza o religión, que lleva esperanza a una humanidad desconfiada». (ANSA).