Como todos los años, Luis Barrionuevo y la CGT Azul y Blanca tuvieron su tradicional asado en el cual pactar entre los gremios convocados, cuáles serán los pasos a seguir a nivel salarial y demás cuestiones que ocupan a los trabajadores.
En este caso, lo acompañaron el Secretario de Trabajo Ezequiel Sabor y el diputado Marcos Lavagna, quienes, respectivamente, hablaron de la realidad actual, las condiciones en las que encontró el PRO al Estado Argentino y las condiciones macroeconómicas.
El líder sindical, indicó que «si las paritarias son libres, son libres. Le decíamos a Sabor que le transmita al Gobierno que no tiene que hablar de techo ni de piso. Eso lo vamos a discutir nosotros en cada sector. Es una discusión libre a tener con los empresarios, con la madurez correspondiente al momento que vivimos».
«No hablamos de porcentajes porque estamos recibiendo informaciones diversas. En noviembre y diciembre hubo mucho impacto en los precios. En enero agreguemos el tema tarifario.
El Gobierno es optimista para el segundo semestre. Así que hablamos de acuerdos de tres o seis meses.
De qué manera podemos adecuarnos es lo que tenemos que ver y qué le conviene al Gobierno también.
En marzo comenzaremos a discutir, hay que esperar. No doy porcentajes porque si decimos que el Gobierno no ponga techo, no debemos ser imprudentes en decir cuánto queremos. No queremos perder el poder adquisitivo», analizó.
En tanto, sobre los despidos en el ámbito estatal dijo que «hay que echar a todos los ñoquis a patadas, porque los que subvencionamos eso somos los trabajadores que aportamos.
No hay que mantener vagos. Aquellos trepadores que hay en el Estado pasando por arriba de los que tienen años, carrera, antigüedad, deben ser despedidos.
También millones de pesos a ONGS, planes, obras de teatro, punteros, que no existían. Hay que defender a los que trabajan pero los ñoquis no benefician a nadie».
Respecto al documento que cerró el encuentro de este mediodía, los puntos a remarcar fueron los mismos de los últimos años: «Inflación, el impuesto a las ganancias, deudas a la obras sociales, el 82% móvil a los jubilados. Tenemos esperanzas porque el presidente convocará a la dirigencia sindical la semana que viene. Quizás tenga una buena noticia para el mundo del trabajo», advirtió.
«Lo más barato son los sueldos»
Rato antes de su diálogo con la prensa, Barrionuevo sirvió de anfitrión a las palabras de Sabor, a quién le advirtió que «en la actualidad lo más barato son los sueldos» y le recordó la frase de «los precios van por ascensor y los sueldos por escalera».
Sabor, se mostró como un estrecho amigo de los sindicalistas presentes y remarcó su trabajo codo a codo desde el rol que a cada cual le toca ocupar, respondiéndole al dirigente gastronómico que «no sé si los salarios son baratos o caros, pero sí está bien defendido por los gremialistas como Uds. El modelo sindical argentino es reconocido en el mundo».
Tras hablar de haber encontrado «un Gobierno destrozado, sucio, con edificios en condiciones paupérrimas», etc, , prometió forjar un «Ministerio de Trabajo que realmente represente a los trabajadores» y advirtió que la economía «es compleja porque los empresarios no son fáciles»
Respecto a los despidos, aseguró que «esta bien ser militante pero no pagar militancia con sueldos del Estado. Al personal de planta lo han manejado con el miedo estos años. No queremos más desempleados sino trabajo genuino que reemplace los planes, los subsidios, y demás. Hay que esperar a que rápidamente las empresas puedan generar trabajo genuino y generar nuevos empleos».