El Subsecretario de Trabajo, inspectores del ministerio de Trabajo bonaerense, de la Comuna platense y de la dirección de Migraciones, desbarataron el viernes 13 un taller textil clandestino donde se verificó la existencia de «trabajo esclavo», según afirmó el Dr. Guarracino y funcionarios que intervinieron en el operativo que se desarrolló en una vivienda de calle 47 entre 158 y 159.
De acuerdo a lo indicado por el director de Delegación e Inspección de la cartera laboral, Jorge Calegari, en el lugar trabajaban 6 mujeres, una de ellas menor de edad, y 4 varones, todos de nacionalidad peruana, que «se les impedía salir de la casa y a los que se les retenía la documentación personal».
Calegari relató que los dueños de la vivienda también son de origen peruano y que «obligaban a trabajar a estos jóvenes, de 9 a 21 horas, por 300 pesos por mes, de los que sólo le pagaban 20 pesos».
Según contó el funcionario, la inspección se realizó a partir de la denuncia de una de las jóvenes peruanas, a quien se la dejó salir de la casa para asistir a un centro asistencial a raíz de problemas con su embarazo. «La chica le relató al médico lo que estaba viviendo y el profesional nos avisó», señaló.
El viernes 13 a media mañana se montó un fuerte operativo con participación policial y ante la resistencia de los propietarios a dejar pasar a los inspectores, se pidió una orden de allanamiento que dictó el juez de Garantías de turno, Juan Pablo Masi, que supervisó los controles.
Calegari contó que mientras se libraba la orden de allanamiento «algunos de los propietarios intentaron huir por los techos y un hombre buscó esconder en el tanque de agua una bolsa, que luego descubrimos que tenía etiquetas de marcas muy conocidas».
Según se indicó, en el lugar se encontró una veintena de máquinas de coser y telas que se utilizarían para la confección de las prendas.
El operativo
«Cuando entramos nos encontramos con una puesta en escena. Los trabajadores estaban sentados, con el pasaporte en la mano y decían que habían venido por el Día del Padre», contó Calegari, que estuvo acompañado por el viceministro de Trabajo, Gastón Guarracino.
No obstante, Gastón Guarracino funcionario de la cartera laboral que conduce Oscar Cuartango, afirmó que cuando comenzaron a interrogar a cada uno de ellos terminaron confesando que trabajaban en el lugar y que no los dejaban salir.
«Como la dueña de la casa los trajo en avión porque en micro no pudieron pasar por Chile y el pasaje le costó 800 dólares, les iba descontando ese valor de los 300 pesos. Por eso les daba sólo 20 pesos por mes», relató el director de Inspección de Trabajo.
También explicó que esta sería la tercera tanda de «trabajadores esclavos» que llegaban desde Perú a La Plata para trabajar en el mismo taller.
Finalmente, inspectores municipales clausuraron el taller y ahora la Justicia analiza el caso que podría encuadrarse en los delitos de «privación ilegal de la libertad y reducción a servidumbre», según trascendió.