Entidades agropecuarias elaboran un mapa de existencias de trigo que permanecen sin ingresar en el circuito comercial por la política oficial de cuotificación del mercado. Luego presentarán los resultados al Gobierno.
La circular, con la que impulsan el mapa del trigo, fue acordada en la de Mesa de Trabajo y Producción de Puerto Quequén, la terminal bonaerense dónde despachan el cereal los productores del sudoeste provincial, que son los mayores productores de trigo en el país. Esa región es una de las más afectadas por las restricciones en la comercialización dispuestas por el ex secretario de Comercio Interior Guillermo Moreno.
El documento demanda la colaboración de productores, acopios, elevadores y cooperativas del hinterland (área de influencia) del Puerto de Quequén «por compartir la necesidad de crear un mercado de trigo con la real calidad de las existencias del cereal que, en una cantidad muy significativa y desde hace un largo tiempo, permanecen en los campos, acopios y terminales configurando un activo fijo sin miras de poder entrar en el circuito granario», se indica.
«En el sudoeste bonaerense hay entre 1 millón y medio y 2 millones de toneladas de trigo sin que se pueda vender, pero es de calidad inferior (que no le sirve a la molinería). Están en una situación crítica, esa zona está muy complicada y los productores están fundiéndose», dijo a El Destape el presidente de la Cámara Arbitral de la Bolsa de Cereales, Javier Buján.
Las entidades convocantes son la Federación de Centros y Entidades Gremiales de Acopiadores de Cereales; la Bolsa de Cereales de Buenos Aires; el Consorcio de Gestión de Puerto Quequén; la Cámara Arbitral de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires; el Centro de Acopiadores de Cereales Zona Puerto Quequén; la Sociedad Rural de Necochea; la Federación Agraria Argentina-Delegación Necochea; Coninagro; la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA); y la Terminal Quequén S.A.
El mecanismo consiste en que se aporte en forma anónima una muestra en bolsa de 1 kilo de trigo a la Cámara Arbitral de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires Filial Necochea, ubicada en Calle 57 Nro. 2765, «indicando la existencia del trigo disponible para su factible comercialización». Se deberá indicar el distrito de siembra, y «una o dos localidades cercanas para poder ubicar la zona de recolección o código postal y se les será asignada una contraseña que solo estará en vuestro conocimiento».
Así, la Cámara Arbitral realizará el análisis de las muestras en forma gratuita «para determinar su grado proteico y PH», necesario para definir si ese trigo sirve para la molinería y si tiene la calidad apta para la exportación. Los envíos se recibirán hasta el 4 de julio próximo, y luego de las evaluaciones se solicitará una audiencia al Ministro de Agricultura «requiriendo el otorgamiento de permisos de exportación por Puerto Quequén por un total de 1.000.000 de toneladas», estimó la circular. Las entidades calculan que el mecanismo que culminará el próximo 15 de julio de 2015.
Asimismo, el pedido de autorización para exportar trigo «contará también con el conforme de la FAIM (Federación Argentina de la Industria Molinera), certificando que la calidad y volumen no altera el suministro interno».
Buján advirtió que «el productor no quiere precio, sino que quiere mercado, por eso queremos respaldar desde un lugar institucional esta iniciativa, y también tenemos el aval de FAIM para confirmar que si se exporta ese excedente no va a alterar el abastecimiento interno, porque ese no es el trigo que la molinería quiere».
«Si somos capaces de cumplir con la tarea, habremos dado muestras que con la unión, podemos superar situaciones difíciles como las que hoy nos tocan vivir. No hay peor gestión que la que no se intenta. Sabemos que nos acompañarán en el intento», finaliza el documento difundido.
Hace más de siete años que el mercado de trigo se encuentra intervenido por el Gobierno, y la exportación está regulada con los denominados ROEs (permisos de exportación). Así, desde 2006 la producción de trigo dejó de ser un negocio interesante para los agricultores. «Había mucha diversidad de compradores, entre los exportadores y la gran cantidad de molineros que participaban», situación que cambió luego de la intervención, señaló el analista agropecuario, Alejandro Ramírez, en un informe semanal sobre trigo.
La Bolsa de Comercio de Rosario estimó que la proyección de trigo de la próxima campaña indica un fuerte retroceso en el área sembrada a nivel nacional. Si bien recién empieza la siembra, en la actualidad cerca del 35% de la última cosecha continúa sin venderse por no encontrar compradores.
«Los compradores de la exportación no tienen inconveniente de conseguir el trigo que necesitan. Habitualmente en los últimos años cuando el gobierno abre algún tonelaje para poder ser exportado, los exportadores ya tienen ese trigo comprado. Así que no hay competencia ni puja ninguna entre los compradores. Con los molineros ocurre algo similar. Como ven que hay tanto trigo en manos de los productores y que no existen posibilidades de exportarlo, saben que en todo momento tendrán la oferta suficiente para comprar lo que necesiten para la molienda. Por ende, tampoco hay puja entre ellos para comprar, evitándose así cualquier suba en los valores», explicó el experto.