Por Miguel Abálsamo
El gobierno «molinista» cree que los problemas son del «Irurzun», o de los proveedores que quieren cobrar. De los opositores o de algunos periodistas que narran la realidad. El verdadero problema es el propio gobierno comunal agotado, vencido y acorralado ante la realidad actual.
El intendente vivió momentos duros de cara a la realidad frente al personal y vecinos en el hospital «José Irurzun» de Quequén, cuando quiso convencer personalmente de las bondades de cerrar el hospital para mejoras, trasladando trabajadores a otro hospital. El intendente apurado por las circunstancias del cierre de ambos puentes no tuvo salida en esta crisis y desembarcó en el propio hospital.
Allí lo esperaba una realidad que no da para discursos ni parloteo. El auditórium sabe de que se trata y con quien tratan.
Quequén no está de rodillas. Conoce de promesas y de mentiras. Sino que lo digan los vecinos del Plan Federal Titanic 6 que se hundió en octubre del año pasado, o el sempiterno concepto prometedor del alcalde en cuanto a elección de delegados por voto popular. Ejemplos abundan, cuando te quemas con el municipio ves al intendente y desconfías.
Este gobierno no tiene credibilidad, ni siquiera le creen firmando un acta compromiso.
Lo de la reunión con el personal y vecinos quequenenses sobre tema «Irurzun» fue patético.
Hubo contradicciones, nadie sabe como es el proyecto, cuánto dinero cuesta, cómo funcionaría el hospital si trasladan a su personal, habiéndose llevado elementos a espaldas de la gente, que fueron donados por los ciudadanos en su momento.
El intendente estuvo secundado por el director del hospital de Necochea, doctor Matías Rizzo, con cara de circunspecto, mirada profunda como intimidando a un personal que esta jugado a fondo y no tiene palanca de retroceso, en el otro costado el doctor Juan Carlos Barrera, titular de salud, pegándose el «faltazo» sin aviso el doctor Carlos Gallego, nada menos que el Director del hospital en cuestión. Tal vez no era demasiado importante la reunión por el cierre del «Irurzun» como para estar presente. Una menudencia.
Ante la carencia de argumentos y con el rechazo de los presentes, el alcalde cansado, fiel a su estilo terminó abruptamente el encuentro diciendo que si no quiere ser trasladados parte del personal de un hospital a otro (del Irurzun al «Ferreyra») » …que hagan lo que quieran y sigan trabajando así como esta el hospital…».
A esa altura era difícil entender al Departamento Ejecutivo, desorientado, débil, confundido, mirando el presente convulsionado, sin saber que hacer en el futuro cercano. Nadie tiene certezas de duración de obra, se habla de 90 días, luego el alcalde esgrimió que una segunda parte sería terminada recién el año próximo.
Este gobierno no puede solucionar problemas porque el problema es el gobierno.
El problema no son los vecinos del Plan Federal Seis hundidos a su suerte en un barrio periférico quequenense.
El problema no es la empresa Servicios Ambientales, a quien adeudan 1.4000.000 pesos, y en cualquier momento tenemos la basura en las puertas del municipio.
El problema no es el Juzgado Federal que se quiere ir porque la Municipalidad no paga siete meses de alquiler a razón de dos mil pesos mensuales en esquina de 6l y 56,a la Sociedad Italiana.
El problema no es el déficit de 29 millones de pesos (actualizado al día de la fecha) que tiene nuestra comuna.
El problema no son los trabajadores municipales que no cobran horas extras hace dos meses (600.000pesos) y se preguntan como harán para pagar aumentos de cien y ciento cincuenta pesos y medio aguinaldo.
El problema no son los ciudadanos al que le aplicarán un «tarifazo» en pocos días, luego de sufrir un revalúo inmobiliario tiempo atrás, que hirió la víscera más sensible.
El problema no es la Usina Popular Cooperativa por la deuda municipal millonaria del alumbrado público.
El problema no es el seguro juicio que le espera por haber alquilado el aeródromo cuando debía cuidarlo y entregarlo a la provincia cuando esta lo requiriera y no hacerlo dinero. Radicando una empresa que invirtió casi un millón de dólares y no piensa irse sin presentar batalla judicial.
El problema no son los empresarios de la villa balnearia que plantean dudas sobre el paraíso que presentan como Frente Marítimo.
El problema no es el gobierno provincial que ya envió diez millones de la coparticipación en lo que va del año.
El problema no es quien quiso invertir 2.000.000 de pesos para levantar un Polideportivo frente a la Terminal, tema que terminó en la justicia y el lugar sigue siendo un nido de ratas y un paraje de noctámbulos con más de una cerveza en el haber.
El problema no son los trabajadores del «Irurzun» y los vecinos que cortan los puentes hartos de estar hartos.
El problema no son los que quieren presentarse como candidatos a delegados en el interior y el intendente se hace el distraído.
El problema no son los periodistas que indagamos sobre los aumentos de sueldos de los funcionarios y el señor intendente, los robos de arena de la cantera de la familia Zagame por parte del municipio, o sustracción en la tosquera para trasladarla a la construcción de un barrio privada en un coqueto lugar de Quequén.
Nada de esto son los problemas.
El problema es el gobierno….