Alquiler de Gallinas se Dispara en EE. UU. ante el Elevado Precio de los Huevos
El precio de los huevos en Estados Unidos ha alcanzado niveles sin precedentes, superando los diez dólares la docena en algunos momentos, lo que ha provocado una insólita tendencia: el auge del alquiler de gallinas. Un servicio que permite tener ponedoras en el propio hogar se ha triplicado en el último año, ofreciendo una alternativa a los consumidores golpeados por la inflación.
La crisis se desató tras un brote de gripe aviar que diezmó las poblaciones de aves de corral en el país norteamericano. Lo que antes costaba entre tres y cinco dólares la docena, escaló hasta cifras que generaron incluso promesas de campaña para su reducción. Sin embargo, la situación persiste, con un incremento del 60,4% en el precio de los huevos registrado en marzo en comparación con el año anterior.
Ante este panorama, el alquiler de gallinas ha emergido como una solución para algunos ciudadanos. La iniciativa, liderada por proyectos como «Alquila la gallina», que opera en alrededor de 40 ciudades a través de granjeros locales, ha experimentado un crecimiento exponencial. Victoria Lee, una de las operadoras en la región de Los Ángeles, confirma este auge, atribuyéndolo directamente al encarecimiento de los huevos.
Si bien criar gallinas en casa podría no resultar económicamente más ventajoso que comprar huevos en el supermercado, sí ofrece beneficios en cuanto a la frescura y calidad del producto. Los huevos comerciales pueden tardar entre 48 y 60 días en llegar a la mesa del consumidor, mientras que los huevos de corral se disfrutan pocas horas después de ser puestos.
El servicio «Alquila la gallina» propone paquetes semestrales con precios que oscilan entre los 500 y 1000 dólares. Estos incluyen la provisión de las gallinas, el alimento necesario, bebederos, comederos y un práctico gallinero móvil. Este diseño portátil garantiza la seguridad de las aves frente a depredadores y les permite vivir en un entorno natural sin requerir grandes extensiones de terreno.
La inusual situación refleja el impacto de la crisis avícola en la economía doméstica estadounidense y la búsqueda de soluciones creativas por parte de los ciudadanos para acceder a un alimento básico como el huevo.
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