Por Horacio Castelli
El pasado 23 de abril, la marcha por la educación pública en todo el país fue un éxito, menos en Necochea, por una mala decisión de los organizadores.
Quienes coordinaron las actividades decidieron no definir la realización de la marcha, por lo cual tampoco se determinó el horario.
Esto impidió que miles de personas acudieran a marchar por las calles del centro de Necochea.
La marcha improvisada, no mostró todo el interés que existe en el distrito por defender a la educación pública.
Y está situación no es la primera vez que ocurre. Con los actos del 24 de marzo en varios años, con un mismo objetivo, se produjeron varias realizaciones separadas por decisiones erróneas.
No sé entiende, que estas situaciones se repitan por falta de coordinación, de entender que, si el objetivo es el mismo, la organización debe ser una.
Con estas situaciones, más allá que las intenciones fueron sinceras y las clases abiertas fueron excelentes, dejaron sin participación a muchos ciudadanos.
El problema con estas desorganizaciones, es que desmovilizan, a aquellos ciudadanos que no tienen en su adn la costumbre de participar en este tipo de acciones.
Hacia el futuro, quienes decidan realizar actividades con convocatoria ciudadana mediante, tendrán que dejar de lado la improvisación en algunos casos y la intención de apropiarse del malhumor social por el otro.
La movilización espontánea del 23, fue dilapidada en Necochea, por falta de coordinación, de organización, y creo, por no confiar en que la sociedad necochense se iba a movilizar masivamente si se la convocaba.
Y tenemos un antecedente, que cuando se tocan los intereses de la educación, los ciudadanos salen a la calle espontáneamente, fue la agresión a la docente de la Escuela Secundaria 7, que provocó una fuerte presencia en las calles.
Y haciendo un poco de historia sobre nuestro propio distrito, cuando las voluntades se unieron se consiguieron logros. En la década del 60 la inauguración de la Terminal de Ómnibus, un poco antes, en la década del 50 la Estación de Trenes, un poco más acá en la década de los 70 el Complejo Casino.
Después, la desidia, las confrontaciones estériles, la decisión de ir por el no, la negativa, antes que el análisis de lo que se proponía, hicieron que fuéramos perdiendo rápidamente, lo que antes se había conseguido con mucho esfuerzo.
Por eso, lo que ocurrió el 23 de abril, no debe volver a pasar, debemos aprender que juntos llegaremos lejos y mejoraremos nuestra calidad de vida, enfrentados nos seguirán superando permanentemente los problemas.