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Con siete caballos a disposición y unos 90 efectivos altamente adiestrados en tareas preventivas, la estabilidad de la fuerza en la ciudad de Necochea supuso un incremento en la baja de situaciones delictivas en el espacio público más grande del distrito y los barrios linderos, que ya reportan los beneficios.

Gestionando en diferentes carteras provinciales e instrumentando políticas públicas de calidad con el objetivo de mejorar la prevención de delitos en el distrito de Necochea, entre otros logros, la gestión del intendente Arturo Rojas finalmente consiguió que el Cuerpo de Caballería de la Policía Bonaerense funcione de manera estable en la ciudad, dotando a los rondines permanentes de la primera de las fuerzas y a los controles que se distribuyen a lo largo del distrito con personal altamente capacitado y con llegada a rincones que antes no podían ser vigilados de manera efectiva.

En la actualidad, y desde antes de terminado enero, gracias al aporte municipal que se cristalizó en la construcción del cuartel que aloja al cuerpo montado y de las caballerizas en pleno corazón del Parque Miguel Lillo, unos 90 efectivos altamente adiestrados en tareas preventivas recorren diariamente la zona de la Villa Zabala, con permanencia nocturna en la posta de la comuna ubicada a la altura de los campings; el sector de balnearios, entre los complejos Kabril y Karamawi; y los barrios aledaños a su puesto de Avenida 10 entre 127 y 129.

Asimismo, los agentes aportan a la cobertura en controles vehiculares dispuestos por el área de Tránsito, como así también en operativos de nocturnidad en las inmediaciones de locales relacionados con la recreación juvenil, colaborando con la Jefatura Departamental de Seguridad.

En tanto, dada la estrecha relación que une al cuerpo con la Subsecretaría de Prevención y Monitoreo, que encabeza Ángel Vázquez, se pudo conocer que al momento la fuerza cuenta con siete caballos, con los que se recorren también la zona del Lago de los Cisnes y se realizan rondines por la Villa del Deportista, aunque la intención es que, más temprano que tarde, se puedan agregar no solo otros equinos al equipo, sino personal capacitado, en no menos de treinta efectivos, para seguir ofreciendo mejoras a la seguridad en el sector.