La empresa estatal YPF, y también las privadas Shell y Puma, aumentaron los precios de los combustibles en un promedio del 15%, casi en forma sorpresiva.
Es el segundo aumento que Shell aplica en noviembre. Después del balotaje se habían incrementado un 10 por ciento, en una política que fue acompañada por otras empresa como YPF y Axion.
Según trascendidos del sector energético, la idea de las petroleras es «corregir» los precios hasta un 30 por ciento.
Este aumento que se produce días antes de la asunción de libertario, Javier Milei, puede preanunciar una fuerte escalada de los precios de los combustibles, que luego se trasladan a los precios finales que pagamos los consumidores.