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El autódromo de Balcarce fue creado a principios de los 70 por el propio Juan Manuel Fangio. Desde 2011 está inactivo, pero eso está a punto de cambiar.

Rugen los motores en la curva 1 del autódromo Juan Manuel Fangio de Balcarce. El ruido no viene de un Dodge, ni de un Torino, ni de un Ford ni de un Chevrolet. Viene de retroexcavadoras, trompos y camiones. No es el sonido que al público fierrero le interesa, pero es el que necesita para volver a la meca.

El autódromo de Balcarce fue creado por el propio Juan Manuel Fangio a principios de los años 70. Para esa época ya había sido campeón de la Fórmula 1 cinco veces y lo que quería era que todo el mundo conociera su ciudad natal. Estaba la tierra santa y el profeta, solo faltaba el templo. El lugar elegido fue la sierra La Barrosa.

El resultado es un circuito de 4,5 kilómetros emplazado en un paisaje serrano. Tiene curvas rápidas, horquillas, puentes, chicanas, rectas y cambios de nivel. La montaña, además, oficia de tribuna natural porque el público se ubique sobre la pendiente y pueda ver casi toda la carrera desde una perspectiva única.

En cierta medida, la belleza del autódromo fue también su condena. El segundo fin de semana de noviembre de 2011 hubo dos accidentes que hicieron que las autoridades lo cerraran. Primero, Agustín Canapino tuvo un problema con los frenos, pasó de largo en una curva y cayó por el acantilado. Ya en la carrera, Guido Falaschi chocó contra los muñecos de goma del costado de la pista (mal amarrados), rebotó al asfalto y los autos que venían de frente lo chocaron.

El Poder Judicial responsabilizó a la Asociación Corredores de Turismo Carretera (ACTC) por el trágico accidente. Según el fallo que la entidad todavía tiene publicado en su web, no garantizó las medidas de seguridad reglamentarias para la carrera. Desde aquel entonces, los motores de las grandes categorías del automovilismo argentino no volvieron a resonar en las sierras balcarceñas.

A 12 años del fallecimiento de Falaschi, eso está por cambiar. «Faltan 4 o 5 meses de obra más», calculan en la Municipalidad de Balcarce. Desde la curva 1 de la pista, el intendente local, Esteban Reino, sueña con que vuelva el deporte que transformó a Balcarce en un destino de interés mundial. «Para Balcarce es una obra primordial», remarca el mandatario durante una visita que hizo con el subsecretario de la Unidad Gobernador de la provincia de Buenos Aires, Alejo Supply.

Es que una carrera de Turismo Carretera (TC) podría llevar a Balcarce entre 40 mil y 50 mil personas. “Esto es potenciar el turismo de Balcarce y la región”, asegura Supply. El gobierno de la provincia de Buenos Aires entendió ese potencial y decidió destinar 583 millones de pesos para poner en valor el autódromo de una vez por todas. El anhelo balcarceño es también bonaerense. “Hace 20 años la provincia de Buenos Aires tenía 18 carreras del TC. Hoy tenemos una sola que es en San Nicolás, en un autódromo municipal que no es uno de los lugares más queridos por la gente. Hay que ir revirtiendo esa desidia”, consigna el funcionario de Axel Kicillof.

La primera etapa de la obra contempla modificar el circuito, renovar la pista, construir paredones de contención y reubicar los guardarraíles. Actualmente, hay 3 empresas distintas abocadas a las tareas y un total de entre 20 y 30 obreros trabajando. Una vez concluida esta instancia, que sería en 5 meses aproximadamente, el autódromo ya podría habilitarse para las categorías nacionales.

«La gente tiene una ansiedad enorme, la gente recuerda la época de oro del autódromo con el Turismo Carretera. Ojalá pronto volvamos a tener esas fiestas», expresa el intendente Reino. «Lo que resta es que se le ponga velocidad al resto de la obra», coincide Supply.

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