viernes, mayo 03, 2024

Agro, Nacionales

El canal Magdalena y los productores agrarios

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Por Pedro Peretti

En la noche de su triunfo electoral Axel Kicillof -un férreo defensor de nuestra soberanía fluviomarítima- puso la construcción del Canal Magdalena como uno de los objetivos de su próxima gestión.

¿Es el canal Magdalena una cuestión de soberanía que beneficia “solo” a los bonaerenses? ¿En qué favorece este canal a los productores agropecuarios de todo el país? Dos preguntas clave que trataremos de responder.

Para saber a quiénes beneficia el Magdalena empecemos por ver quiénes están en contra. Entre los opositores a la obra se ha formado una entente política, empresarial y de gremialistas agrarios, que no distingue colores partidarios: la Bolsa de Comercio de Rosario, los grandes exportadores de granos y derivados (Cargill, Bunge, Vicentin, Viterra, etc.) cuya cámara gremial es CIARA-CEC, la Cámara de Puertos Privados (que son ellos mismos pero con otro nombre), la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA) y la inefable Mesa de Enlace, a lo que hay que sumar al intendente reelecto de Rosario Pablo Javkin.

Todos ellos forman una alianza amante de la opacidad fiscal, tan activa como subrepticia, que puja por la re-privatización del Paraná; hoy gestionado exitosamente por la Administración General de Puertos (AGP). Todos “hinchas fanáticos” del Canal Punta Indio.

Para este team tan poco patriótico, la soberanía no cuenta. Solo interesa maximizar la rentabilidad como sea: contrabando, elusión y/o evasión fiscal, cualquier tranvía los deja bien en el mejor de los mundos: puertos sin control (¡urgente balanzas!), salida al Uruguay por Punta Indio y un Estado ausente o bobo.

Este connubio tiene actores políticos de primer nivel en la provincia. En febrero de 2021, a instancias de los diputados Maxi Pullaro (UCR) y Clara Garcia (PS), la Cámara de Diputados de Santa Fe presidida por Miguel Lifschitz, organizó el seminario: Hidrovía: reflexiones sobre la ruta de nuestro desarrollo, con el acompañamiento del PRO (no hay causa innoble que se pierdan).

Hoy ese evento adquiere muchísima relevancia, no solo por lo que allí se dijo sino porque sus impulsores fueron dos de las personas más votadas de la provincia.

¿Seguirán pensando igual? Si es así, en Córdoba y Corrientes (Rosario) y en Uruguay, deben estar descorchando champagne. Imaginemos el “aire” que tendrá Punta Indio…

En el seminario se defendieron desembozadamente los intereses de los monopolios exportadores y se atacó al Estado.

La diputada Garcia dijo: “Cuidado con que se deriven fondos del presupuesto nacional a la construcción del Magdalena” y que la soberanía era una frase épica para beneficiar a Buenos Aires. ¿Socialismo? De mercado y a full.

Pero lo que más llama la atención es la participación de varios pequeños chacareros, entre ellos el vice de la FAA, Elvio Guía, haciendo pronósticos agoreros sobre la administración estatal de la vía navegable.

Hoy, a más de dos años de dicha administración, ninguno se cumplió. Al contrario: el Estado fue mucho mejor administrador que los privados, que nada hicieron para mejorar el control de la vía navegable.

Meros charlatanes de ocasión, llevados con discursos hechos para defender intereses contrarios a sus representados. Muy triste.

¿Por qué el Magdalena beneficia a los productores agropecuarios y el Punta Indio los perjudica?

1) Porque el precio del cereal se forma por precio internacional, menos seguros, retenciones y fletes. ¿O alguien piensa que el flete lo paga Cargill o Bunge? ¡No! Lo pagan los productores. Y nos hacen pagar el flete más largo y más costoso, en vez del más corto y barato. Por eso es inentendible la posición del representante de la Sociedad Rural de Santa Fe, la del presidente de ACA y más aún la de Elvio Guía, que debería seguir los lineamientos históricos de la FAA y no los dictados por CIARA-CEC.

2) El Canal Punta Indio es un canal artificial de 120 km de largo y unos 100 metros de ancho, donde se produce el 65 % de las demoras de los barcos, que tienen un alto costo. Es un canal de una sola mano que necesita un esfuerzo sostenido de dragado, que paga siempre el chacarero.

3) El Magdalena es un canal natural, por lo que necesita mucho menos dragado y es más barato su mantenimiento. Tiene 54 km y 150 metros de ancho; o sea 66 km más corto y 50 metros más ancho.

Pero embarcamos por Punta Indio, más largo y más caro. ¡Y nos hablan de eficiencia! ¿Por qué ACA y los representantes del “agro” defienden el flete más caro. Estupidez o negocios?

¿Por qué el Magdalena no es una cuestión solo de bonaerenses, como planteó la diputada Garcia?

Por varios motivos: primero, porque hace a la soberanía argentina, que es un territorio global, unívoco e indivisible, como la cuestión Malvinas. La ubicación del canal es un dato accesorio.

Segundo, los dólares con que se pagan los gastos operativos de Punta Indio (vituallas, prácticos, seguros) salen de las reservas del Banco Central, no del presupuesto de Santa Fe.

Son aproximadamente 150 millones de dólares al año que se van para las costas uruguayas. Eso sin contar los fletes internos, ya que por ejemplo para llevar mercaderías a la Patagonia hay que ir primero al Uruguay y después volver a la Argentina alargando absurdamente el recorrido. Como si en tu casa, para ir de la cama al living tuvieras que pasar por el patio del vecino.

¿Por qué todo el complejo agroexportador portuario quiere ir por Punta Indio y no por el Magdalena?

Las razones son sencillas; una porque el flete (como ya dijimos) no lo pagan ellos. Y otra, la más importante, porque Uruguay es una guarida fiscal con 11 zonas francas. El “paisito” es un verdadero paraíso para los evasores argentinos.

En agosto de 2023 los tributaristas Alejandro Gaggero y Gustavo Zanotti publicaron un trabajo excepcional: “Cruzar las fronteras para cosechar ganancias“, imprescindible para entender el negocio de los monopolios al utilizar Punta Indio como salida de exportaciones.

La explicación de fondo está en los 1.200 a 2.400 millones de dólares/año que embolsan por la manipulación de los precios de transferencia con sus propias empresas cáscara montadas en Uruguay, para eludir, evadir o directamente contrabandear el grano y la carne argentinas.

Ahí está “la madre del borrego”. Y luego dan lecciones sobre achicar el gasto público y reducir el déficit fiscal. ¡Nos agarran de boludos!

Uruguay, dicen los autores, es uno de los pocos países de la región que aplica el principio de “fuente territorial, el cual solo grava las rentas provenientes de actividades desarrolladas, situadas o derechos utilizados en el país”. Un país de baja o nula tributación es una jurisdicción -un estado nacional o subnacional- que deliberadamente crea una legislación para facilitar que los no residentes en su territorio realicen transacciones con el fin de evitar el pago de impuestos”. Por eso migran los próceres argentos como Susana Gimenez, Galperin, Antelo, Vicentin, una verdadera armada Brancaleone.

Esa legislación uruguaya tan PRO-evasión es la que usufructúan plácidamente los exportadores argentinos radicados a la vera del Paraná. Uruguay: “a tiro de bola”, sin balanzas ni controles.

¡Cómo no van a denostar el Magdalena y “amar” el Punta Indio, si es la ruta al paraíso!

CIARA-CEC sabe muy bien lo que le conviene y por eso defiende la privatización del Paraná y la no realización del Canal Magdalena. Ahora, lo que no se entiende es el papel de la Mesa de Enlace que avala estas prácticas corruptas, ni a los políticos santafesinos que defienden este tipo de circuitos comerciales, claramente destructivos de nuestra riqueza.

Con el triunfo de Axel, la construcción del Magdalena tuvo una primera buena noticia; ¡esperamos la segunda: que Sergio Massa sea presidente! Es la única chance para que se haga.

Como dijera Arturo Jauretche.“Si malo es el gringo que nos compra, peor es el criollo que nos vende”.