Por Horacio Castelli
Durante el debate de los candidatos a intendente de Necochea, que se realizó en el Instituto de Formación Docente Número 31, organizado por el Tercer Año de la Tecnicatura Superior en Seguridad e Higiene en el Trabajo, el candidato de Juntos por el Cambio mostró su peor cara, cuando el intendente y candidato de Nueva Necochea, le preguntó si pensaba volver a talar los árboles del Parque Miguel Lillo.
En lugar de responder esa simple pregunta, comenzó a atacar al Jefe Comunal, disparando además acusaciones contra los periodistas, acusándonos de ser pagos por el Municipio para realizar una campaña sucia en su contra.
Hasta aquí, lo sucedido en otra demostración de la pobre actuación política que muestra Martín Migueles, cada vez más alejado de una elección decorosa.
Ahora, vamos a recordar el hecho mencionado por Arturo Rojas a través de su pregunta:
En el mes de enero del año 2010, durante la madrugada, y por decisión del entonces dirigente de la Asociación Civil Necochea Rugby, Martín Migueles, se talaron árboles frente al Casino, donde se intentaba construir una cancha de fútbol, como parte de un convenio de “padrinazgo” firmado con el intendente Daniel Molina.
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El rápido accionar de los vecinos y de los medios de comunicación, impidió que se siguiera con ese flagelo. Incluso, una sobrina del Jefe Comunal, se presentó espontáneamente para evitar que se siguiera con el talado de los árboles allí existentes.
Esto se puede ver graficado en las fotos que ilustran este comentario, y que fueron publicadas oportunamente por el matutino local.
Tal fue la indignación de la comunidad, que un año después, en febrero del 2011, el intendente Molina informaba que se suspendía el convenio de “padrinazgo” con Martín Migueles.
En esa oportunidad, se dijo que NINGÚN FUNCIONARIO MUNICIPAL LE HABÍA DADO LA ORDEN O PERMISO AL NECOCHEA RUGBY (MARTÍN MIGUELES), PARA QUE RETIRE LAS PLANTAS DEL LOTE MAR III.
Como se puede apreciar, la pregunta del Jefe Comunal y candidato de Nueva Necochea, era acertada. La reacción de Martín Migueles vuelve a ser destemplada y fuera de lugar.
La falta de capacidad política, la incapacidad para manejar situaciones complicadas, la imposibilidad de ocultar sus fracasos en las gestiones públicas que ha llevado adelante, lo dejan al descubierto.
Lo único que se le ocurre hacer, es acusar a los periodistas, sin proponer nada a favor de la comunidad, solo acusar y mentir, mentir y mentir.
