Tras el empate por 2-2 ante Sudáfrica, las dirigidas por Germán Portanova todavía tienen chances de quedar en la historia.
a chance de quedar en la historia se les escapó por poco en el partido contra Sudáfrica. La Selección empató 2-2 y a pesar de que había arrancado ganando, logró igualar el marcador a pura garra y convicción.
Sin embargo, en los papeles, era el partido más accesible para ganar y conseguir por primera vez una victoria en el Mundial. El fútbol es esto también, rivales que en la previa parecen accesibles después se convierten en monstruos difíciles de afrontar.
Cuando sonó el pitazo final la sensación que predominaba tanto en el plantel como en el cuerpo técnico era agridulce. Convivía la satisfacción de estar perdieron 2-0 y en un lapso de 4 minutos igualar el marcador, con la desilusión de no haber podido cambiar el resultado por victoria.
«El objetivo no cambia. Estamos realmente tristes de en estos dos partidos no lograr lograr esa posibilidad de quedar en la historia, pero sabemos que tenemos que corregir cosas de estos dos partidos, pero son parte del proceso. Del camino. De saber cómo jugarle de verdad a un equipo africano, a un campeón de África o Italia que es potencia. No queríamos esta clase de partidos. 0-2 abajo hizo que se juegue muy palo por palo, pero no era inicialmente ese plan. Después hay que hacer plan b, poner cambios e ir a buscarlo», analizó el entrenador.
En cada momento que hablaba, se sentía la autocrítica. Germán le dijo a las periodistas que estaba abierto al diálogo sobre el planteo táctico. Reflexionó sobre las malas decisiones que se tomaron y reivindicó que «eso es parte del fútbol y del camino del aprendizaje». También revisó cómo impactó el cansancio que dejó el partido con Italia y no ignoró la amplia ventaja física de las rivales. Pero en todo momento destacó a sus jugadoras: «Era emocionante verlas buscar el resultado, más allá de que en cada contra podíamos perder por goleada, pero sin miedo a la derrota. Siento admiración y emoción por ellas».
Y sin dudas la sensación de que el cruce no fue como lo esperaban se sintió en el plantel. Romina Núñez, la jugadora de UAI Urquiza que marcó el segundo tanto, le contó a Olé en zona mixta: «Este era un partido que desde los papeles iba a ser diferente. Sabíamos cómo lo iban a jugar ellas, qué les conviene hacer, cuáles son sus puntos fuertes. Estuvimos imprecisas en el primer tiempo, les dimos ese espacio que ellas buscan y necesitan para llegar al área. En el segundo tiempo pudimos hacer ese cambio de chip, con la cabeza, el empuje de siempre, salir a buscarlo y llegaron los goles».
Florencia Bonsegundo compartió la sensación de más de un hincha: un flashback a Francia 2019. Aquel empate por 3-3 contra Escocia que quedó en el recuerdo de miles de argentinos con la imagen de la jugadora de Madrid CFF tirada en el piso, desahogándose tras convertir el penal que previamente había errado. Otra vez Argentina arrancó perdiendo y terminó empatando.
La mediocampista de 30 años contó el cambio de mentalidad que vivió el plantel para poder afrontar los segundos 45 minutos con el marcador 1-0 abajo. «En el entretiempo Germán nos dijo que mejoraramos la concentración y también las que ingresaron sumaron muchísimo. Se vio otra chispa y sumó muchísimo», explicó.
El equipo salió de la cancha sin sonrisas, pero tampoco con lágrimas. La certeza de que buscaron ganar, estuvo al igual que la tranquilidad de haber sido fieles a su estilo y no replegarse ante la desequilibrante velocidad de las sudafricanas. No hay dudas de que las delanteras de la Banyana Banyana fueron disruptivas y que a la defensa argentina le costó frenarlas. No hay dudas de que faltó precisión en el área rival. Así como tampoco las hay de que en ningún momento el equipo dejó de correr detrás de la victoria.
Ahora la Selección está sobre la cornisa, no tiene fácil la chance de clasificar a octavos de este Mundial: tiene que ganar y necesita que otros resultados se den. Las matemáticas para la clasificación son complejas y hay muchas variables que influyen, pero las chances de ganar un partido por primera vez están vivas. Ya perdieron, ya empataron, ahora sólo queda ganar. Y si se pudiese elegir una banda de sonido para que musicalice este momento sería Las Pelotas, Esperando el milagro.
¿Qué chances tiene Argentina de pasar de fase?
Sí o sí debe superar a las nórdicas. La utilidad del resultado dependerá de lo que pase entre las suecas y las italianas. Si ganan las tanas, a Argentina le puede servir una victoria en su partido del miércoles. ¿Qué necesitaría? Que además Sudáfrica no supere a Italia o si lo hace que sea por una diferencia de gol menor a un eventual triunfo argentino.
¿Qué pasará si Suecia e Italia empatan?
Ambas selecciones europeas sumarán cuatro puntos, por lo que sabrán que una igualdad les sirve en la definición del grupo. Entonces, un triunfo argentino ante las suecas puede ser útil de acuerdo con la cantidad de goles a favor con la que llegue su rival, ya que en diferencia mantendrá lo actual (+1 contra -1).
¿Qué pasa si Suecia le gana a Italia?
La ventaja para el equipo de Portanova será que definirá ante un equipo ya clasificado, pero sin depender de sí mismo, porque en ese caso una victoria de la Azzurra ante Sudáfrica al mismo tiempo la dejaría sin chances. Incluso, una victoria africana a las europeas obligaría a Argentina a ganar por más de un gol.
¿Cuándo vuelve a jugar Argentina?
El miércoles a las 4 de la mañana de Argentina se enfrentará ante Suecia, el último rival de la fase de grupos ante quienes quieren ganar para poder llevar un hecho histórico para el país.