En España están investigando actitudes y resultado el partido con Osasuna en la Conference Ligue. Qué es el «caso Negreira» y por qué el club catalán puede recibir una grave sanción.
Los escándalos por apuestas deportivas, principalmente en el fútbol, parecen estar de moda, pero la verdad es que esto no es nuevo. Vienen de arrastre, y muchos casos de aún se encuentran abiertos pueden traer cola en la actualidad. Eso es lo que le ocurre al Osasuna, club de la primera división del fútbol español, que ahora ve peligrar su participación en un torneo internacional por una investigación de arreglo de partidos de hace casi diez años.
Pero lo que más preocupa a los fanáticos del fútbol es que esta investigación podría sentar un duro precedente para uno de los grandes del fútbol español, el Barcelona. El ex equipo de Lionel Messi podría verse en problemas si se confirma la sanción para el Osasuna ya que el club catalán tiene abierta una investigación por compra de árbitros. Si el Osasuna no puede jugar una competencia internacional, el Barcelona tampoco.
La UEFA, la casa madre del fútbol europeo, estudia el ‘caso Osasuna’ y queda en el aire su participación en la próxima Conference League, la tercer copa en importancia del fútbol del Viejo Continente. El rector del fútbol europeo va a analizar la condena a los exdirectivos del club por arreglo de un partido en 2014. El club de Navarra se defiende aduciendo que fue parte perjudicada y no un partícipe activo del amaño. Quizá sea por estas cosas que la Liga Española tiene actualmente prohibidas las apuestas, al igual que la liga italiana.
Por todo esto el Barcelona encendió las alarmas por la apertura del expediente del Osasuna para competir en la Conference League. La UEFA está analizando las irregularidades y el cumplimiento de la normativa de las competencias internacionales que podría dejar afuera al Rojillo por una sentencia en firme del Tribunal Supremo por arreglos de partidos. Por ende, el Blaugrana no estaría exento de una sanción sin Champions League por el ´Caso Negreira´.
El artículo de la reglamentación de UEFA es claro y anuncia las obligaciones de los clubes para participar de sus torneos: ‘No haber estado involucrado directa y/o indirectamente, desde la entrada en vigor del artículo 50 (3) de los estatutos de la UEFA, es decir, el 27 de abril de 2007, en ningún actividad destinada a organizar o influir en el resultado de un partido a nivel nacional o internacional’.
No ocurre lo mismo en la liga española. Ni la Real Federación Española de Fútbol ni La Liga Profesional (que se maneja de forma independiente), han sancionado al club hasta el momento pese a que desde enero hay una sentencia firme del Tribunal Supremo que dice que Osasuna pagó a terceros para ganar y dejarse ganar. Mientras se desarrolló la investigación era lógico que el club no tuviera sanción por la presunción de inocencia pero hoy en día existe una gran sinsentido, ya que la justicia asegura que el club cometió un delito pero no ha sufrido ninguna consecuencia.
Osasuna está siendo investigado por su sentencia por amaño de partidos en la temporada 2013/2014 y el Barcelona tendrá que pasar por la misma situación por el polémico ´Caso Negreira´. La UEFA suele analizar, primero, los equipos de la Conference League (por ejemplo, Osasuna) y luego, Europa League y Champions League. Pronto, le llegará el turno al culé.
Si bien los casos no son exactamente iguales ya que uno está directamente ligado con las apuestas deportivas y el otro no, ambos tienen grandes similitudes. La principal es que en las dos circunstancias, un club le pagó a un tercero, es decir los árbitros, para obtener el resultado esperado. La diferencia es que en el caso del Osasuna no era para obtener el triunfo si o si sino para hacer lo que más le convenía dependiendo de los intereses de las casas de apuestas. La del Barcelona fue la corrupción más típica, pagar para que el equipo sea beneficiado por los arbitrajes. Justamente en la compra de la voluntad de un tercero es donde radica la culpabilidad.
Que es el caso Negreira
Llamada «caso Negreira» que presume la posible violación de una regla por parte del club catalán al haber pagado 7,3 millones de euros a José María Enríquez Negreira, el ex vicepresidente del Comité Técnico de Árbitros (CTA), durante 17 años.
El Juzgado de Instrucción número 1 de Barcelona aceptó la denuncia de la Fiscalía contra Barcelona como entidad jurídica y también hacia los ex presidentes Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu, los directivos Óscar Grau y Albert Soler, ademá de a Negreira, por los delitos de corrupción en los negocios, administración desleal y falsedad en documento mercantil.
Otro caso emblemático en el Viejo Continente
El de Barcelona no sería el primer caso en el que un Club Grande de Europa es duramente castigado por la compra de árbitros, o al menos por usar las influencias de los directivos para que los referís sean más complacientes con su equipo.
El caso más emblemático fue el de la Juventus, el club más importante de Italia, que en 2006 fue condenando al descenso por un caso muy similar al “Negreira”. Incluso uno de sus máximos dirigentes de ese entonces fue condenado a prisión por ser encontrado culpable de la comprar árbitros.
El principal condenado fue Luciano Moggi, ex director general de los ‘bianconeri’, al que se le impuso una pena de cinco años y cuatro meses por fraude deportivo y asociación para delinquir. También, la Federación Italiana le prohibió de por vida ocupar un cargo relacionado con el fútbol.
Moggi fue reconocido como ‘cabecilla’ de un entramado que se encargaba de la compra de árbitros. Realizó centenares de llamadas telefónicas para asignar a dedo árbitros afines a la Juventus, para que así el arbitraje favoreciese siempre a su equipo. Además de las llamadas, Luciano Moggi premiaba a los colegiados que accedían a su chantaje y castigaba a los que no se mostraban dispuestos a colaborar.