Durante el último año la electricidad aumentó alrededor del 66% y los precios del gas casi un 130%, según cifras informadas por la Oficina de Estadísticas Nacionales. Por su parte, el primer ministro Rishi Sunak, prometió que su Gobierno se enfrentará a la inflación que la llamó «el enemigo».
La inflación en el Reino Unido subió al 11,1%, la más alta en 41 años, una cifra que no se registraba desde octubre de 1981, según cifras de la Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS).
La tasa de inflación del Índice de Precios al Consumidor pasó de 10,1% en septiembre a su valor actual, impulsada en parte por los costos de la energía y la guerra de Ucrania, pero también por factores como el costo de las materias primas, dijo la ONS.
Según sus datos los precios del gas aumentaron casi un 130% durante el último año, mientras que la electricidad aumentó alrededor del 66%.
La suba de la inflación en octubre es el mayor salto desde marzo a abril, cuando se modificó por última vez el tope del precio de la energía a pesar de las ayudas del Gobierno para que los hogares afronten sus facturas de gas y electricidad.
«El aumento de los precios del gas y la electricidad llevó la inflación general a su nivel más alto en más de 40 años, a pesar del subsidio del precio de la energía», dijo en un comunicado Grant Fitzner, economista jefe de la ONS.
«Los aumentos en una variedad de alimentos también impulsaron la inflación”, indicó.
«Estos fueron parcialmente compensados por los combustibles para motores, donde los precios promedio de la nafta cayeron en el mes, mientras que el precio del diésel aumentó, lo que llevó la disparidad de precios entre los dos combustibles al nivel más alto registrado», indicó.
La recesión más larga
El Banco de Inglaterra advirtió la semana pasada que el Reino Unido enfrenta su recesión más larga desde que comenzaron los registros, luego de elevar las tasas de interés por octava vez consecutiva para intentar aplacar la inflación.
La crisis que afecta a los británicos también sigue el «minipresupuesto» de la exprimera ministra Liz Truss, que provocó turbulencias en el mercado y un aumento en los costos de endeudamiento del Gobierno.
El ministro de Finanzas, Jeremy Hunt, culpó al impacto de la pandemia y la guerra en Ucrania por el aumento de los precios, así como por las consecuencias de la pandemia de coronavirus.
Hunt advirtió además que se necesitan decisiones «duras» sobre impuestos y gastos en el plan de presupuesto que se presentará mañana.
«He sido explícito en que los impuestos van a subir», dijo hace dos días el ministro.
El primer ministro, Rishi Sunak, por su parte, prometió que su Gobierno se enfrentará a la inflación.
Hablando en la cumbre del G20 en Bali, Indonesia, Sunak llamó a la inflación «el enemigo» y la principal preocupación que enfrentan los hogares a medida que se ven afectados por el aumento de las facturas y los costos hipotecarios más altos.
“Mi prioridad número uno es asegurarme de que lidiemos con la situación económica que enfrentamos en casa. Con más noticias de inflación hoy, es lo primero que está en la mente de la gente, es lo que está causando más ansiedad. Abriendo facturas, llegan correos electrónicos con precios en alza, y por eso es justo que lo controlemos”, afirmó el primer ministro, según consignó el diario The Guardian.
En tanto, la secretaria general del mayor sindicato de trabajadores del Reino Unido (TUC), Frances O’Grady, advirtió que la emergencia del costo de vida empeora día a día.
Dijo que los presupuestos familiares se están abultando a medida que el costo de los alimentos y la energía se dispara,
Pidió al Gobierno que mejore las pensiones y los beneficios de acuerdo con la inflación y agregó que se necesita algo más que parches.
“Si no conseguimos que los salarios aumenten en toda la economía, seguiremos dando tumbos de crisis en crisis. No podemos ser un país en el que las enfermeras y los profesores tengan que recurrir a los bancos de alimentos para salir adelante”, subrayó.