La presidencia del Consorcio de Gestión del Puerto de Quequén expresa su más enérgica condena al intento de homicidio del que fue víctima ayer la señora vicepresidenta de la Nación, doctora Cristina Fernandez de Kirchner.
No sabemos aún quiénes son los instigadores reales, quizás pase mucho tiempo para que aparezcan. Lo que sí tenemos es memoria.
La violencia política en nuestro país siempre la empezaron los mismos. Más de uno estará pensando “muerto el perro se acabó la rabia”. Trágico equívoco que anoche nos pudo poner a las puertas de la guerra civil.
Nada de condenas al voleo, nada de “condeno la violencia provenga de donde proviniere”. Hay que afirmar con claridad: son los que priorizan su egoísta poder personal y de grupo los que arman a los asesinos.
O impera la razón y buscamos un acuerdo patriótico con todos los sectores sentados a la misma mesa o , como le escribió Juan Facundo Quiroga a Juan Lavalle luego del fusilamiento de Dorrego: “Hemos desenvainado el sable…la sangre correrá acaso infinita”
Jorge Alvaro
Presidente del directorio