Se trata de un Renault 12 que apareció el lunes por la mañana con las ruedas para arriba tras caer a las rocas en el ingreso a la escollera, del lado de la pileta de maniobras.
Metros antes del descanso de los lobos, el conductor del vehículo perdió el control y cayó pesadamente entre las piedras.
Se desconoce hasta el momento la identidad y el paradero de sus ocupantes.