La capital danesa, Copenhague, cae en una pesadilla, dos días después del inicio del Tour de Francia, tras perpetrarse un tiroteo en un gran centro comercial que causó «varios muertos y muchos heridos».
La policía no quiso aportar el balance de las víctimas del atentado, pero las palabras de la alcaldesa de la ciudad, Sophie H. Andersen, apuntan a que es pesado: «Es una situación grave», dijo.
Un danés de 22 años fue detenido en relación con lo sucedido en el centro comercial Field’s, al sur de la capital, en el distrito de Amager, entre el centro de la ciudad y el aeropuerto, y la policía no descarta de momento ninguna pista, ni siquiera aquella del terrorismo.
El sospechoso supuestamente actuó solo, dijo el jefe de las fuerzas del orden en la capital danesa, Soren Thomassen, en una emocionada conferencia de prensa.
Pero los agentes no bajan la guardia y siguen manteniendo la alerta alta con la zona del centro comercial, una de las más grandes del país, que permanece bloqueada por los cordones de seguridad.
Era una tranquila tarde de vacaciones en la ciudad. Muchos estaban comprando en el centro comercial junto a sus hijos. Nadie esperaba el drama que pronto sacudiría sus vidas.
Pasadas las 17 horas local se escucharon unos disparos. Y comenzó la pesadilla. Varias personas recibieron disparos de arma de fuego.
Unos minutos después, la policía anuncia el arresto de una persona en relación con el tiroteo. Testigos hablan de una presencia masiva de la policía inmediatamente después de las 18, mientras afuera de la estructura hay un ir y venir de ambulancias, con médicos y paramédicos que intervienen en el lugar para auxiliar a los presentes.
Muchos los gritos de los presentes asustados por los disparos. Las calles que conducen al centro comercial están cerradas y el metro detenido, mientras un helicóptero sobrevuela la escena del crimen.
«Me gritaron ‘acuéstate, acuéstate. Alguien está disparando’. Pasé por debajo de la barra y me acosté y me quedé inmóvil hasta que llegó la policía», dijo, según el sitio web danés Jylland Post, una de las personas que estaba en el centro comercial de Copenhague.
«Escuché por lo menos 15 disparos, era todo irreal, como en una película», agrega en estado de shock. La alcaldesa Sophie H. Andersen anunció que había activado el plan de crisis después del tiroteo. «Es muy grave», escribe en Twitter.
La situación continuaba caótica en el centro comercial, mientras que el recital del cantante británico Harry Styles, que se presentaba en el Royal Arena, cerca de la escena del tiroteo, seguía programado.
Luego, con la llegada de noticias cada vez más dramáticas, termina cancelándose, según relatan las redes sociales.
La Casa Real de Dinamarca suspendió de inmediato la recepción en el Royal Ship Dannebrog, organizada con motivo del Tour de Francia en el país.
Además, se suponía que el evento tendría lugar en el puerto de Sonderborg, donde se encuentra actualmente el Royal Ship.
Se esperaba que el príncipe heredero Frederik y la primera ministra Mette Frederiksen asistieran a la recepción, quienes regresaron al centro de la capital para seguir los acontecimientos.
Copenhague vuelve a caer en el miedo y vuelve al presente aquellas escenas del 14 y 15 de febrero de 2015, cuando una serie de tiroteos islamistas causó dos muertos y cinco heridos.
(ANSA).